El bloqueo de la Franja de Gaza, plenamente asumido las autoridades israelíes, es inaceptable y preocupante, denuncia RSF. El control de la información en tiempos de guerra se ha convertido en objetivo militar.
Así lo ha señalado Reteros sin Fronteras en el momento de publicar un informe sobre los atentados a la libertad de prensa durante la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, en enero de 2009. ‘Naturalmente que, comparado con los centenares de víctas, entre las que hay muchos civiles, el balance de los atentados a la libertad de prensa en Gaza, durante la operación ‘Plomo endurecido', puede parecer ridículo. Pero la información ha sido otra vícta de esa guerra', afirman desde la organización.
Hamas también es responsable de graves violaciones de la libertad de prensa. En contra de lo que dicen sus dirigentes, los periodistas no tienen libertad para criticar al moviento islamista, hablar de las posturas de otras facciones o, splemente, enunciar opiniones divergentes. La mayoría de periodistas entrevistados Reteros sin Fronteras en Gaza comparten este punto de vista, aunque ninguno puede manifestarlo públicamente dado el alto riesgo que corre de sufrir represalias, ha subrayado la organización que, desde que Hamas asumió el control de Gaza en junio de 2007, ha contabilizado 28 casos de periodistas detenidos las fuerzas de Hamas, a causa de sus opiniones políticas.
A finales de enero Reteros sin Fronteras viajó a Israel, y a la Franja de Gaza, para hacer un balance de las violaciones de la libertad de prensa cometidas durante el conflicto. Tras investigar in situ, Reteros sin Fronteras llega a la conclusión de que han sido seis los periodistas muertos, dos de ellos mientras se encontraban trabajando. El número de heridos se eleva a unos quince. Y al menos tres edificios, donde tienen su sede medios de comunicación, han resultado alcanzados disparos israelíes.
En su informe, Reteros sin Fronteras condena con firmeza todos los ataques del ejército israelí contra edificios donde se alojan medios palestinos y extranjeros y pide al ejército, y al gobierno israelí, que facilite rápidamente explicaciones detalladas sobre los disparos que han afectado dichas infraestructuras.
‘Naciones Unidas tiene que exigir tomar parte en estas investigaciones. También deben hacerlo organizaciones no gubernamentales. Desde ya mismo, Reteros sin Fronteras manifiesta su deseo de contribuir con total independencia. En el pasado, otras investigaciones efectuadas el ejército israelí, en relación con la muerte de periodistas o el bombardeo de medios de comunicación, llegaron siempre a conclusiones muy criticables, exonerando de paso a los soldados de cualquier responsabilidad', escribe la organización en las conclusiones de su informe. Reteros sin Fronteras esta que, desde el inicio de la segunda Intifada en septiembre de 2000, el número de periodistas muertos se eleva a 7, y el de heridos a más de 100.
Por lo que se refiere al cierre de la Franja de Gaza a la prensa, Reteros sin Fronteras mantiene que esa decisión representa una violación grave e inaceptable de la libertad de prensa. También a este respecto la organización ana a Naciones Unidas a aprobar una resolución, pidiendo encarecidamente a Israel que no vuelva a emplear ese tipo de métodos coercitivos de control de la información.
La organización propone poner en marcha, con el acuerdo de las autoridades israelíes, un convoy de material de prensa con dirección a la Franja de Gaza. Ese material se echa mucho de menos ahora: las cámaras, casetes, aparatos fotográficos, mesas de montaje y generadores se han estropeado, o destruido. Dado que Israel controla el conjunto de bienes que entran en la Franja de Gaza, Reteros sin Fronteras apela al Estado de Israel a dar muestras de discerniento en el control de loa equipos que entran en la Franja de Gaza. El material indispensable para la prensa debería tratarse con las mismas condiciones que los bienes humanitarios.