Aunque el PIB real de China se desaceleró hasta el 6,8% en el cuarto trestre de 2008, el Informe China Watch, elaborado el servicio de estudios de BBVA, prevé que la economía del gigante asiático tendrá un creciento cercano a su potencial en 2009 y todo ello como consecuencia del ‘pulso fiscal, el extenso margen en su política monetaria y las mejoras institucionales'. Las reformas estructurales en sanidad, pensiones y educación conformarán los retos principales de este país para el futuro.
La economía del gigante asiático creció el año pasado alrededor de un 9 ciento, lo que supone la tasa más alta de todas las economías mundiales; y en lo que respecta a la inflación, el informe de BBVA prevé que ésta se sitúe en torno al 0,7 ciento, como consecuencia del descenso del precio de los alentos, las materias pras y la demanda externa.
En este informe China Watch, que analiza trestralmente la economía china, se desprende que las autoridades chinas tomaron decisiones rápidas como respuesta al deterioro de la situación financiera. Así, estos anunciaron un paquete de estímulo fiscal de 4 billones de RMB el pasado noviembre destinado a pulsar el gasto en infraestructuras y a reanar el sector inmobiliario y de la construcción. Por otra parte, el pasado enero el gobierno anunció una reforma sanitaria cuyo objetivo es garantizar atención médica a todos, lo que conlleva un incremento del gasto de 850.000 millones de RMB en los próxos tres años.
Como conclusión del informe China Watch, realizado BBVA, se extrae que el deterioro de la calidad de la cartera crediticia bancaria y el posible aumento del desempleo son algunos de los principales problemas a corto plazo a los que se enfrenta este país. Entre otros riesgos, el informe destaca que la calidad de la cartera crediticia de la banca podría empeorar si se adopta una política de concesión de créditos agresiva; mientras que el descenso del creciento de las extaciones podrá agravar el índice de desempleo durante este año.
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