Las enfermedades cardiovasculares afectan en España al 35% de la población mayor de 18 años, lo que la sitúa en una de las patologías con un mayor número de afectados. Este ámbito preocupa no sólo a los pacientes que las padecen o a sus familiares, sino también a la sociedad médica. Por este motivo, las V Jornadas Esteve, celebradas este fin de semana en Málaga con cerca de 1.000 asistentes, han estado centradas en la enfermedad cardiovascular bajo el título ‘Prevención de la morbortalidad en el continuo cardiovascular ¿cómo detener la progresión de la enfermedad?'. El coordinador, quinto año consecutivo, de este encuentro, el doctor Antonio Coca, ha hablado con prsalud.
El encuentro, al que acudieron alrededor de 1.000 profesionales sanitarios especialistas del sector, ha estado avalado científicamente en esta ocasión la Sociedad Europea de Hipertensión (SEH), la Sociedad Portuguesa de Hipertensión y la Sociedad Española de Hipertensión. El objetivo de estas jornadas, igual que las anteriores es, según el presidente, coordinador del sposio y miembro de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital Clinic de Barcelona, Antonio Coca, ‘abordar en profundidad cinco temas' parte de expertos en la materia.
De esta forma, se pretende contribuir en la formación de los profesionales sanitarios ofreciéndoles las últas novedades de índole diagnóstico y terapéutico sobre una patología que afecta a un gran número de ciudadanos o que preocupe a la sociedad. Este año se eligieron los problemas cardiovasculares ya que además de contar con un gran número de afectados, durante 2008 se publicaron varios estudios e informes con los últos avances en esta enfermedad.
En esta ocasión, los cinco temas que se abordaron fueron, en prer lugar, los nuevos aspectos metodológicos de la rigidez arterial y la presión central, presentado el miembro del servicio de farmacología del Hospital Europeo George Pompidou de Paris, Stéphane Laurent, que destacó los actuales métodos para medir la rigidez arterial así como los tratamientos capaces de abordar este problema.
En segundo lugar, la miembro del Instituto catalán de ciencias cardiovasculares y del Hpospital de la Santa Creu i Sant Pau, Lina Badón, trató la situación de los mecanismos de arteriosclerosis. En tercer lugar, de la mano del miembro del Hospital San Genaro di Monza de la Universidad de MilanoBiocca, en Milán (Italia) Giuseppe Mancia, se revisó durante alrededor de una hora toda la evidencia científica actual existente para frenar la arterosclerosis, defendiendo que lo más relevante es abordar la hipertensión.
Posteriormente el miembro del Imperial Collage de Londres, Neil R. Poulter, defendió la necesidad de una mayor estrategia de combinación de fármacos con el objetivo de bloquear la progresión de la enfermedad cardiovascular mediante la utilización de un calcio antagonista. Al mismo tiempo, presentó el caso inglés. Por últo, el miembro de la Universidad de Roma, Máxo Volpe, revisó las últas evidencias científicas en el bloqueo del sistema así como la existencia de otras posibilidades de cara al futuro como las iecas o el ARA2.
Una discusión interactiva con los asistentes sobre los contenidos de las ponencias mediante el abordaje de un posible caso clínico desarrollado el miembro del CAP La Mina, Mariano de la Figuera y el miembro del Centro de Salud Ingeniero Joaquín Benlloch, José Luis Llisterri, clausuró el encuentro.
Para Coca este encuentro resulta de gran tancia ya que actualmente los médicos están inmersos en la ‘inercia clínica' y una gran parte de ellos ‘peca de conservadurismo' sin adoptar las medidas de intervención necesarias. Según el experto, esto se produce ‘falta de agresividad o no involucrarse lo suficiente', que les lleva a adoptar siempre las mismas decisiones.
Por este motivo, considera muy positivo el encuentro, ya que si los médicos no aprenden nuevos conocientos ‘es posible que luego los trasladen' a sus consultas, apunta Coca. Posteriormente, que ellos lo hagan o no dependerá, según el coordinador del encuentro, ‘del médico o del sistema sanitario'.
Así, apostó también que se incentive la consecución de objetivos una cuestión clínica y no sólo económica, como se pra en la actualidad. En este sentido, señaló que en España todavía ‘queda mucho hacer' para que las tasas de control, que en España se encuentran al 50 ciento, se incrementen.