Los líderes políticos influyen en el estado de áno y la esperanza en sus sociedades. Obama se ha dado un baño de autoridad y de optismo, a pesar de subrayar la difícil situación del país, en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. El discurso estaba alineado con su estilo mitinero, y consiguió meterse a toda la Cámara en el bolsillo sin distinción de partidos. Dijo que quedaban años duros y difíciles, y apeló al esfuerzo colectivo al más puro estilo Kennedy. Por si había alguna duda, subrayó, y repitió varias veces, la certeza de salir adelante 'que aquí hacemos lo difícil y somos los Estados Unidos de América'.
El discurso no es mera palabrería. La administración Obama ha puesto en marcha un plan de estímulo económico que ronda el billón de dólares, dedicado a energía, educación, sanidad e infraestructuras. La ambición del proyecto ha llevado al mismo Obama a compararlo con una reconstrucción del país. Esto explica las numerosas interrupciones de su discurso en la Cámara los aplausos de los representantes de ambos partidos políticos, y demuestra que tiene al país tras él, como si de un solo hombre se tratara.
Este ímpetu y espíritu común de lucha, despertado Obama entre todos los estadounidenses, contrasta con las dudas y las incertidumbres del Gobierno español en el Parlamento. Baste como ejemplo la intervención realizada el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en el Congreso de los Diputados ayer. Se repitió su lenguaje ambiguo y su falta de claridad ante la prevención de los problemas que tendrá la banca española a medio plazo. Tras varias horas de intervención, solo aclaró la necesidad de dejar la puerta abierta a la recapitalización bancaria. O sea, que se deberán intervenir más de uno. El cómo y el cuando, como dice un pro mío, 'veremos a ver, ya se verá'.
PD En los mentideros económicos circula una especie, aunque podría tener rasgos de veracidad, de que el Gobierno meterá dinero en todos los bancos, tomando la figura de accionista para no dañar la agen de ninguno. ¿Se le ocurrirá a Zapatero semejante cosa?
MIGUEL CIFUENTES
