¿Están los sistemas de trazabilidad adecuadamente plantados en nuestro país? ¿Se muestran las empresas del sector farmacéutico satisfechas con los diversos sistemas de rastreo que utilizan? A éstas y a otras muchas cuestiones responde el I Estudio sobre Trazabilidad y Tecnologías de Identificación en España que ha sido elaborado la empresa IDTrack, en colaboración con la empresarial de oficinas de farmacia, FEFE, y e Integra2.
En el citado estudio han participado los responsables de logística de las empresas pertenecientes al sector farmacéutico español y de los resultados obtenidos tras encuestar a estos directivos se desprende que existe en España, y más concretamente en el sector farmacéutico, un alto conociento de lo que son los sistemas de trazabilidad y no sólo eso sino que además, la mayor parte de las empresas farmacéuticas españolas (85%) tiene plantado un sistema de rastreo.
Ahora bien, tres cuartas partes de los encuestados reconocen que el hecho de tener plantado en su empresa un sistema de estas características se debe a que la normativa obliga a que la compañía cuente con un sistema de trazabilidad ‘ ley', según informa el director de IDTrack, Lluís Soler Gomis. No obstante también hay que destacar las respuestas de otros responsables de logística que señalan que han plantado un sistema de trazabilidad en su empresa mejorar la seguridad de sus productos, para obtener más información de los proveedores o con la intención de establecer una ventaja competitiva.
En el lado negativo, contra, cabe señalar que si bien la práctica mayoría de las empresas farmacéuticas de nuestro país cuenta con un sistema de trazabilidad, sí es también cierto que únicamente el 62% de estas compañías dispone de esta tecnología totalmente automatizada, o, dicho de otro modo, aún existen muchas empresas farmacéuticas que realizan la trazabilidad de las mismas en papel o de manera mixta (automático y papel), lo que evidencia un cierto desfase tecnológico.
En cuanto a la tecnología de identificación de productos más utilizada entre las empresas del sector, el código de barras es, con diferencia, la más popular ya que este sistema es el que se emplea en el 76% de las compañías. En segundo lugar, la Radio Frecuencia es la tecnología más utilizada en un 17% de empresas dedicadas a la farmacia y ya en menor medida le siguen otros sistemas como el láser (9%), el Datamatrix (6%), el sistema de visión (4%), el de RFID (3%) o los sistemas voz (2%). Los motivos a los que acuden los responsables de la logística farmacéutica para inclinarse el código de barras es que este sistema es barato y fácil de plantar.
Los datos también se repiten si la pregunta es qué tecnología se prefiere para identificar una unidad de producto pues la opción mayoritaria es de nuevo la del código de barras (37%) seguida de la RFID (21%) y del Datamatrix (8%). De todas formas y aunque la pracía del sistema de código de barras es indiscutible en la actualidad, en un futuro la cosa podría cambiar ya que los expertos consultados en el estudio opinan que la RFID se posiciona como la mejor apuesta tecnológica de identificación para el sector farmacéutico, eso sí, casi la mitad de los encuestados no se han pronunciado sobre una u otra tecnología.
De manera inmediata el Ministerio de Sanidad y Consumo pondrá en marcha una experiencia piloto para conocer qué sistema de trazabilidad es el idóneo para tener controlados los medicamentos desde todos los eslabones de la cadena que conforma el sector farmacéutico y que abarca a la industria, la distribución o las oficina de farmacia así como a las administraciones regionales y al propio Ministerio de Sanidad. A la espera de saber qué tecnología se decantará el ministerio y se plantará definitivamente, la presidenta de la Federación empresarial de Farmacéuticos Españoles, Isabel Vallejo, afirma que ‘el sistema de trazabilidad seleccionado tendrá que garantizar el adecuado tratamiento y la confidencialidad de los datos y la información que circula a través de los canales públicos y privados sobre pacientes, diagnósticos y consumo de medicamentos, así como establecer que los datos se utilicen sólo con fines sanitarios'.
