La práctica del networking el arte de generar y mantener contactos es una cualidad que ha acompañado tradicionalmente a los profesionales de las RRPP, aunque antes prasen los contactos cara a cara y el poder de las redes aún no hubiese sido explotado. El moderno networker es, tanto, el sucesor del clásico profesional de las relaciones públicas y un auténtico explorador de los nuevos medios para la comunicación y el intercambio.
Este networker gestiona los contactos profesionales en las redes sociales para ampliar sus conocientos, colaborar en nuevos proyectos, darse a conocer… Es experto en combinar los encuentros en el mundo "real" con las constantes interacciones en el mundo virtual. Puesto que es materialmente posible acudir personalmente a todos los congresos, todas las jornadas, todas las ferias profesionales; el networker opta una presencia activa en las comunidades online, que le permite comunicarse y estrechar lazos con sus contactos sin temor a que la distancia haga el olvido.
Esta actividad comunicativa tiene mucho que ver con el concepto de "Personal Branding" o construcción de una marca personal. A través del networking, el profesional de las relaciones públicas mejora su visibilidad, publicita sus logros profesionales, difunde sus objetivos y desarrolla su carrera en un entorno abierto en el que puede saber la opinión que los demás tienen sobre él, el grado de confianza que inspira o el valor otorgado a sus propuestas. Y, como ocurre con la construcción de la marca personal, el cultivo de los contactos profesionales es un trabajo a largo plazo. El fruto de una relación puede llegar mucho tiempo después de un prer contacto; el buen networker lo sabe y es generoso, comparte en la misma medida que recibe.
Hace unos años, la herramienta de trabajo más característica de un profesional de las relaciones públicas era su agenda de contactos. En la era digital, esta agenda se ha amplificado y queda sustituida las redes sociales, que ofrecen recursos inaginables en el antiguo mundo "de papel". En las redes sociales, no obstante, las jerarquías se difuminan. Aunque el poder de decisión dentro de una organización no sea el mismo para todos nuestros contactos, la necesidad de hallar un interlocutor válido nos obligará a estar atentos para descubrir quién puede ayudarnos en cada momento. Por otro lado, las aptitudes personales para influir en los otros serán decisivas para construir una agen (o marca personal) exitosa en la red. Lo peor que puede hacer un networker es "exigir" a sus contactos. En las redes, todos deben atar para poder beneficiarse de las otunidades.
Otro aspecto muy tante es la información en tiempo real que nos procionan las redes. Frente a lo que ocurría con nuestras estáticas agendas, en la red social la información siempre estará actualizada: quién es quién en nuestro sector, qué tendencias empiezan a despuntar, qué personas son las más influyentes, a qué eventos no podemos dejar de asistir.
Los foros verticales exclusivos para el área de RRPP que existen actualmente en intet, en los que los networkers mantienen y actualizan un perfil público que constituye su carta de presentación, se complementan con la presencia en eventos específicos en los que pueden compartir con otros colegas sus presiones, opiniones y previsiones de mercado. A través de la práctica del networking, los profesionales de las RRPP mejoran aspectos clave como la visibilidad (quién nos busque o nos necesite sabrá donde encontrarnos), la credibilidad (nuestros trabajos y referencias previas hablarán nosotros), la inmediatez en las comunicaciones y la diferenciación respecto a otros profesionales (esto dependerá de la capacidad del networker para ser original).
La inmediatez y la interactividad son las nuevas marcas del g y las relaciones públicas modernas. Cuanto mejor aproveche las nuevas herramientas comunicativas, mayor valor tendrá la nueva agenda de contactos del networker, una agenda viva que le acompañará a lo largo de toda su carrera.
Fundador de Networking Activo