EL DÍA A DÍA DE UN ERE DESDE ABC
Son ellos, un grupo de trabajadores del diario ABC, serán los que diariamente nos cuenten qué es lo que pasa la cabeza de los posibles redactores del diario que deberán abandonarlo. Se trata de que unos mantengan su estatus, y a los demás que se busquen la vida. No quitaremos ni pondremos una coma.
Lunes 16 de marzo. Ya va quedando menos para lo que sea. Intento, como otros muchos, que no me afecte la amenaza, sacar adelante mi trabajo como siempre. A veces el monotema en los corrillos y en las máquinas de café se repite hasta el infinito. Otras, hacemos como si no pasara nada. Deduzco que estoy en la lista, que ninguno de mis innumerables jefes (que posiblemente se salven, para eso la han hecho ellos) me ha comunicado que cuentan conmigo. Esa es la frasecita de moda: 'No contamos contigo'. Qué burdo. Ni nosotros con ellos. ¿Dónde estaban estos pamplinas cuando yo me tiraba quince horas en el periódico? No sé a qué ingeniero se le habrá ocurrido que la Redacción puede funcionar con un centenar de personas. Huele mal, intuyo que la guardia pretoriana del peloteo, nepotismo y enchufismo se está blindando, que la máquina trituradora va a afectar a gente poco sumisa, que la profesionalidad les ta un rábano. Creo que alguno/alguna que no ha dado un palo al agua se va a salvar ser amigo/amiga del correveidile mayor del reino, del maestro de la rodilla en tierra. Ahora la gente está nerviosa, pero dentro de unos días algunos llegarán a la desesperación. No sé qué va a ocurrir. No me gustaría estar en el pellejo de los comisarios políticos de la empresa, esos pobres hombres a los que más temprano que tarde también darán la patada…
HISTÓRICO
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