Miércoles 18 de marzo. En Barcelona, a hostias contra los universitarios. El mundo, asombrado las teorías vaticanas sobre el preservativo. Cuánta ciencia. En ABC, concentración frente a la Asamblea de Madrid. Hoy tengo mucho curro, pero me escapo un rato. Me cuentan la teoría: la presidenta de la Comunidad debe un favor a Vocento haber "colocado" en el diario a un equipo directivo de su plena confianza. Y el pago es el que el ERE que tramita salga 'bendecido'. ¿Conspiranoia? Me da igual. Las salvajadas hay que combatirlas. Oigo además que algún directivo redaccional ha confesado que las cifras están hinchadas, pero que si quieren bajarlas, 'que se lo curre el comité'. ¿No hubiera sido más sencillo proponer medidas más racionales? La soberbia de los de la planta noble no tiene límite. El miedo sigue apoderándose de cada momento del día. Tengo amigos que justifican el ERE. Tengo amigos que irán a la huelga. Evidentemente, saldremos de esta, pero muy tocados, muy hundidos.