El miércoles RCS hacía públicos sus resultados empresariales de 2008 con pérdidas de 18 millones de euros para Unidad Editorial, su filial editorial. Unos resultados que no han sentado nada bien en Milán y que han llevado a los jerarcas del grupo a ofrecer soluciones inmediatas a Antonio Galeano y a Pedrojota Ramírez. No obstante, esta vez han ido más allá y han exigido al Consejero Delegado y Director Editorial que suelten lastre y que vendan activos si es necesario. Y es que según nos cuentan, el recorte de costes y de plantilla será insuficiente.
Los italianos lo han exigido. Unidad Editorial tiene que comenzar a ser rentable con Recoletos, de lo contrario pedirán responsabilidades. Y es que el análisis que se hace en Italia es que los mejores ajustes de gastos se pueden hacer vendiendo activos: revistas, cabeceras, algún negocio audiovisual. Parece que las únicas cabeceras que están fuera y que serían intocables son Marca, Expansión y El Mundo, los buques insignia del Grupo.
Éstos e Intet, ya que las filiales digitales del grupo han dado muestras de sobre respecto de su solvencia y rentabilidad, en el presente pero sobre todo en el futuro. No obstante, el resto de los negocios están todos sujetos a una posible venta, si la situación lo requiere durante este año. En medio de una profunda crisis de publicidad y con posibilidades de acercarse a un segundo año consecutivo de pérdidas, desde RCS se quiere dejar en claro que se necesitan más ahorros y recortes que los propuestos desde España.
Y es que al parecer el plan de ajuste de 30 millones de euros propuesto a los sindicatos de Unidad Editorial sería insuficiente para aguantar este año en condiciones. Y es ello que desde Italia se ha insistido en la necesidad de evaluar cuanto antes las posibles ventas. Una estrategia que permitiría ahorrar costes y además atar liquidez al grupo.
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