Estaban cantados los problemas en bancos y cajas, y que el Banco de España intervendría entidades financieras en cualquier momento. La prera es Caja Castilla La Mancha, pillada de lleno el ladrillazo. Era previsible, ya que había fracasado el intento de fusión con la malagueña UNICAJA, que quería apoyos del Estado, y garantías para hacerse cargo de la manchega. El origen de la crisis de CCM es un agujero de liquidez de 3.000 millones créditos fallidos de constructores y promotores inmobiliarios. No es la única, hay nueve cajas con una morosidad de más del 6%, y algún banco tocado.
El Consejo de Ministros, en sesión extraordinaria celebrada ayer, avaló con 9.000 millones de euros a la CCM, y aprobó la propuesta de intervención del Banco de España , que destituyó a sus administradores, sustituidos tres inspectores del banco emisor. Desde 1993, cuando se intervino el Banesto de Mario Conde, no habíamos tenido un escándalo financiero semejante. El ministro Solbes quitó yerro al asunto y ni de lejos admitió comparación con Banesto, ya que la caja manchega es sólo el 1% del sistema financiero español. Por supuesto, repitió el mensaje habitual de que los ahorradores estén tranquilos, ya que el Banco de España garantiza los depósitos. Lo que explicó peor es qué avalan hasta 9.000 millones si el problema de liquidez es de 3.000. El ministro dijo que era pura prudencia, y que no esperaban usar más de 2.000 o 3.000 millones en la operación.
No sabemos si esto es el principio de un rosario de intervenciones, dependerá de los que dure la crisis. Sobre nuevas intervenciones, Solbes no aclaró nada, y siguió insistiendo en que ‘hoy, el sector financiero español no tiene problemas', pero no dijo nada del futuro. Al PP le faltó tiempo para acusar al Gobierno de andar sin brújula, y esconder los problemas financieros, aunque ellos tampoco andan sobrados de ideas.
PD: Salas i Martín, profesor catalán de la Universidad de Columbia, le ha dicho hace poco a los bancos y cajas españoles que van a probar de su medicina durante unos cuantos años. ‘El exceso de dependencia del inmobiliario' les va a hacerse tragar un agujero del 10% del PIB. Constructores y promotores inmobiliarios les deben a bancos y cajas la friolera de más de 300.000 millones de euros, y muchas de las inmobiliarias y constructoras van a acabar quebrando, según el economista. Salas sólo es optista en una cosa, ‘de grandes catástrofes vendrán grandes innovaciones'. Es profeta.
Miguel Cifuentes, periodista
