Sesudos dirigentes de los veinte países más desarrollados y emergentes del planeta han desembarcado en la Cumbre del G20, en Londres, para intentar resolver la crisis mundial. Son veinte Preros Ministros con sus Preras Damas, salvo Angela Merkel y Cristina Fernández, que no se han traído a sus preros damos. Se ignora si Joach (Merkel) y Néstor (Kirchner) se han quedado en casa para evitar la foto de preras damas en actos sociales y benéficos, luciendo palmitos y modelos. No se habla de otra cosa. En plena crisis de austeridad, el despliegue del Air Force One, con coches blindados, camareros, cocineros y, sobre todo, estilo pasarela de dirigentes y sus señoras, llama poderosamente la atención, no precisamente como modelo de sobriedad en estos tiempos que corren.
A los derroches de los altos ejecutivos financieros, han opuesto una crítica feroz
los presidentes Obama, Merkel, Zarkozy y hasta el propio Zapatero. Acuciados la furia popular, los dirigentes políticos no han tenido más remedio que cortar el despilfarro insultante con el que los ejecutivos financieros se repartían pras y sobresueldos, mientras sus empresas pedían su rescate a los Gobiernos con fuertes inyecciones de dinero. Por eso, parece desafortunada la exhibición social y de pasarela que estos mismos presidentes están haciendo en la Cumbre de Londres, asemejándose más al desembarco de Normandía del presidente Obama, quien pretende liderar la crisis mundial y mostrar mayor acercamiento a las democarcias y a las economías europeas.
Los intereses de los mandatarios se van a escenificar de manera diferente. De Zapatero no esperan que se traiga de Londres grandes medidas económicas de aplicación inmediata para nuestra economía doméstica, y menos con el aliento crítico en su nuca del jefe de la oposición, Mariano Rajoy, que está utilizando la crisis para hacer política de desgaste del Gobierno. Más bien, uno de sus objetivos es mostrar que España tiene su silla propia en el G20 y hacerse una foto lo más cerca posible del nuevo líder mundial, Obama, con la que acallar las malas críticas y supuestas meteduras de pata con el aliado USA en tiempos pasados y recientes. Por su parte, el trabajo duro le corresponde al equipo del vicepresidente de Economía, Pedro Solbes, a quien le esperan intensas jornadas de trabajo para encajar, y conseguir, junto con sus colegas europeos, que en la economía Norteamérica cuaje el nuevo sistema que pulse los mecanismos de Regulación del Mercado. Son precisamente esos mecanismos los que han fallado y han ocasionado, en origen, la gran crisis que sacude al mundo. Por su parte, el presidente Rodríguez Zapatero tiene todo preparado para el gran debut en el escenario de la política internacional el próxo día cinco de abril en la reunión oficial con Barack Obama, donde tendrá que escenificar la empatía que hay entre ambos líderes.
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