La vacunación de la gripe y del neumococo en adultos ha descendido en los dos últos años según los expertos del Grupo de Estudio de Vacunación en el Adulto (GEsVA), lo que han recordado la tancia de la vacuna en la sociedad.
En este sentido, el coordinador del GEsVA, Ramón Cisterna, advirtió que ‘el descenso en la cobertura vacunal de estas dos afecciones no se debería repetir' debido a que ‘favorece una situación de peligro innecesario para un grupo de la población con el sistema inmunitario débil'.
Así, reiteró que a pesar de que la mortalidad enfermedades vacunables en adultos es muy baja, la vacunación generalizada permite ‘mejorar su calidad de vida' y disminuir la agresividad de algunas patologías, evitando la hospitalización en algunos casos, que pueden llegar a ser graves en personas ancianas como la enfermedad neumcócica.
De hecho, según concluye el ‘Estudio de conociento y actitudes en la vacunación del adulto', llevado a cabo el GEsVA, ocho de cada diez personas admiten que las vacunas previenen enfermedades y el 14 ciento reconoce que mejoran la calidad de vida. No obstante, el doctor Cisterna afirma que a pesar de estos datos, se constata una baja cobertura vacunal que el 30 ciento de los adultos no se ha vacunado desde los 18 años.
Por otro lado, desde esta entidad recordaron la necesidad de que los profesionales sanitarios estén correctamente vacunados de determinadas enfermedades como la gripe ya que se encuentran en contacto directo con los pacientes, al tiempo que les anó a que desarrollen una mayor concienciación sobre este tema informando a los pacientes sobre la utilidad de las vacunas.
De este modo, el miembro del GEsVA y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Ángel Gil, afirmó que ‘la vacunación en los sanitarios es prescindible, que no sólo se trata de la protección directa y personal, sino también de la de sus pacientes debido a que se convierte en un foco de transmisión para los enfermos, que puede llegar a contagiarles complicando así su afección de base, sobre todo en algunas especialidades de mayor riesgo como Oncología, Pediatría o Hematología'.