El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz ha puesto en marcha una campaña de educación sanitaria en las 500 oficinas de farmacia de toda la provincia con la que pretende concienciar a los ciudadanos de que es una exigencia legal presentar la receta médica en la farmacia para que el boticario dispense determinados medicamentos.
Y es que, según estos profesionales sanitarios, la receta médica es la mejor garantía para la salud de los usuarios y, el contrario, saltarse esta exigencia no sólo atenta contra la ley sino que además puede acarrear graves problemas de salud para el paciente o el usuario del medicamento, como afirman los farmacéuticos.
Con el lema ‘La receta médica, la mejor garantía para su salud', el Colegio de Cádiz va a difundir material informativo con mensajes sencillos, concretos y directos a la población, a través de 10.000 dípticos y 500 carteles que serán distribuidos entre todas las farmacias de la provincia.
La entidad colegial pretende, con esta campaña, realizar una llamada de responsabilidad a la población, concienciando a los ciudadanos de que la obligatoriedad de la receta médica no es una posición legal caprichosa, sino una norma cuyo incumpliento puede generar consecuencias negativas. Así se expresa el presidente del Colegio de Farmacéuticos gaditano, Felipe Trigo.
‘Muchos pacientes no saben ver la tancia de la receta como garantía de que un medicamento concreto está indicado en su caso y situación, y el hecho de haberlo usado con anterioridad o disponer de cierta información, con frecuencia sesgada y subjetiva, respecto a su particular estado de salud, hace que lo demande inconscientemente, tanto a nivel de prescripción médica como de dispensación farmacéutica, presionando hasta lo indecible para conseguirlo', según explican los responsables de la campaña.
‘Además, prescindir de la receta para aquellos medicamentos que la requieren o de la otuna visita al médico equivale a automedicarse, una práctica desaconsejada las autoridades sanitarias a nivel internacional', añaden los farmacéuticos.
Los boticarios de Cádiz pretenden, en definitiva, concienciar a la población de que hay que dejarse guiar las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de los profesionales de la salud frente a los consejos de familiares o amigos ya que existe un claro riesgo de ‘banalización' del medicamento, frente al que el Colegio de Farmacéuticos quiere anteponer la protección de la salud pública de los ciudadanos, utilizando para ello las normas y directrices que establece la legalidad vigente.