prexclusivo A diferencia de otros tailandeses, Krachai no recuerda a un parque de atracciones perfumado, ni falta que le hace. Liliums, los justos. Su oferta gastronómica, de prera, no precisa de adornos innecesarios. Incluye vídeo
La decoración de Krachai, situado en la calle Fernando VI nº11, frente a la Sociedad General de Autores de España, tiene el aire minalista neoyorkino de los locales de moda en la Gran Manzana. No es de extrañar, Natalia Jumnaklap, propietaria de este restaurante, de origen hispanotailandés, vivió durante mucho tiempo en Nueva York.
Las dos plantas del restaurante han sido ambientadas la propia Natalia y el interiorista Leonardo Buenaventura. Ambos han logrado conjugar la tradición tailandesa y la vanguardia en decoración. En sus paredes se pueden contemplar reproducciones de los mosaicos del palacio tailandés de Wat Phrakeaw, traídos expresamente de Tailandia junto a un mobiliario rabiosamente moderno de líneas sencillas y minalistas.
Lo que esta mujer emprendedora ahorra en las alharacas y escenografías de otros restaurantes del ramo lo invierte en la extraordinaria calidad que ofrece a sus clientes. A destacar: sus vieiras salteadas a la pienta o un exquisito Pad Thai, así como los pasteles de marisco y la tera de prera calidad;
Mención aparte merecen los postres, especialmente el arroz crujiente con leche de coco dulce y mango, un postre tan delicioso que recomendamos no compartir sino pedir partida doble o incluso triple . Puede ser el origen de una grave crisis durante la cena romántica. Sólo degustarlo merece la pena una visita al restaurante.
La relación calidadprecio es excelente. Hay opciones para todos los bolsillos. El menú degustación, con cinco preros, seis segundos y un postre cuesta treinta euros. El precio medio de comer a la carta es de 25€ y al mediodía, de lunes a vies, Krachai dispone de un menú con un precio de lanzamiento adaptado a la crisis. Por tan sólo 13 euros (IVA incluido), el cliente puede degustar tres entrantes y elegir entre cinco segundos y un postre, además de la bebida.
La carta de vinos es variada e internacional y el equipo de cocina, está formado íntegramente profesionales tailandeses, con el chef Udomsak al mando de un equipo tan eficiente como disciplinado.