Madrid fue ayer escenario del paso de dos políticos con personalidad, algo inusual. Dos políticos de derechas, uno europeo y otro sudamericano, pero que los tienen bien puestos. Tienen muy claro que el terrorismo debe ser combatido y exterminado, allí donde se produzca, sea cual sea la coartada política bajo la que se esconda, la democracia es un valor que no se cuestiona.
"España puede contar con Francia para combatir el terrorismo, a los asesinos, siempre, frase del discurso de Sarkozy ante las Cortes Generales, seguido de seis ovaciones de diputados y senadores. Sarkozy no distingue de terrorismos, "ya sea Al Qaeda o Eta", deben ser extirpados.
"Combatiré hasta el ulto día de mi vida el terrorismo", afirmación rotunda de Alvaro Uribe, presidente de Colombia, ante mil personas ZP, en el Foro de la Nueva Economía, en presencia de políticos y empresarios de prera fila españoles.
Sarkozy es más personaje, líder europeo, pero además es amigo, más que alguno de sus predecesores. Ni una mención a si es mas o menos listo, vino a lo que vino…
Ayer dió espaldarazo a la mejor época de relación con Francia, y un nuevo caramelo a ZP: "No veo qué España no va a estar en la cumbre del G20, en Nueva York, como estuvo en Londres y Washington", dijo el francés. Y un regalo más: su aprobación a los nuevos enlaces ferroviarios de alta velocidad y eléctricos entre los dos países, tantas veces zancadilleados gobiernos franceses anteriores.
Pero Uribe tiene méritos relevantes. En cinco años ha conseguido desmovilizar a 35.000 paramilitares, liberó a Ingrid Betancourt, ha descabezado a la guerrilla de las FARC, eso en un país que lleva 70 años en guerra civil, y ha puesto ley y orden en más de la mitad del territorio nacional.
Y "no me voy a dejar engañar", dijo, refiriéndose a los intentos de la guerrilla de pactar una salida a su derrota y regatear con los secuestrados. Las FARC están en retroceso y desmovilización, pero anteriores presidentes colombianos fueron engañados la guerrilla, que utilizó los pactos para rearmarse, y sigue con el narcotráfico y los secuestros. "Que digan en qué sitio de la selva van a soltar a los secuestrados", dijo Uribe. Es de lo único que tiene que hablar con la guerrilla.
El colombiano quiere un país seguro, próspero y democrático, le ta poco su futuro político. Pero necesita ayuda de países como el nuestro, somos el segundo país inversor en Colombia, sin inversión exterior no crecen, no tendrán infraestructuras, necesitan a la banca española y sus microcréditos (BBVA y Santander están en Colombia) para combatir la crisis.
PD) Nunca se ha visto tanta seguridad en un hotel de Madrid, donde habla un mandatario. Ayer el Ritz, dentro y fuera, era un hervidero de arcos de seguridad, policías de uniforme y de paisano. No era raro, Uribe es uno de los políticos con más enemigos del mundo, enfrentado al narcotráfico, a la guerrilla y a numerosos enemigos políticos. A este hombre menudo, que habla como Dios y parece blando, ayer le escuchó la flor y nata del empresariado español, Florentino Pérez (ACS), Francisco González ( BBVA), César Alierta (Telefónica), Luis del Rivero (Sacyr Vallehermoso) y un largo etcétera. Uribe pintó un país que empieza a ser seguro para invertir, y sobre todo, que empieza a tener futuro. Eso querian oír los empresarios. Ojalá sea cierto.
MIGUEL CIFUENTES, PERIODISTA