Se puede decir que el estilo estadounidense de ventas al exterior es el que mejor funciona del mundo. Fabricantes y gobiernos de todo el mundo mantienen una competencia feroz para plantar sus sistemas para TDT en Latinoamérica. Hablamos de un mercado con más de 400 millones de personas, con lo que los equipos necesarios para plantar la nueva tecnología serán un buen bocado. Solo para Colombia, los expertos hablan de que el mercado TDT moverá, de entrada, 150 millones de dólares.
Hay cuatro estándares mundiales para TDT, el europeo, el estadounidense, el japonés y el chino, que es una variante del europeo. Brasil y Perú han optado la norma japonesa, Méjico y Honduras la estadounidense, mientras que Uruguay, Panamá y Colombia han elegido la europea. Panamá lo decidió este pasado martes. Venezuela está ahora barajando su decisión, que podría decantarse la tecnología china, y que arrastrará a la que tomen Bolivia, Nicaragua, Cuba y Ecuador, todos ellos países del grupo ALBA.
Dada la fragmentación de la industria europea para equipos de televisión, y ante la inoperancia de los organismos europeos para promocionarla, el fabricante alemán de electrónica Rhode Schwartz decidió utilizar su fortaleza en apoyo de la causa. Su sorpresa fue mayúscula cuando las autoridades de tación estadounidenses le comentaron que si quería seguir vendiendo equipos en aquél país debería olvidarse de apoyar la causa del estándar europeo TDT en Latinoamérica. Los embajadores USA de países sudamericanos también hacen su labor, llamando a los altos cargos de los países en los que están instalados para presionar a favor de su causa.
Al parecer, es el único camino que tienen para plantar su estándar, que va acompañado de una oferta comercial que es tecnológicamente inferior a la presentada Europa. Mientras los europeos acompañan televisores de pantalla plana TDT en su oferta, los estadounidenses son capaces de vender televisores de 14 pulgadas de tubo descatalogados, en los que han metido un sple sintonizador de TDT.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISTA
