Dardo Gómez ha sido nombrado nuevo secretario general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP). prnoticias ha hablado con él sobre la actualidad de sector, y han salido a relucir entre otras cosas los ERE aplicados sobre grandes grupos de comunicación como Zeta, Unidad Editorial y Vocento. Nos ha contado además que los sindicatos y los trabajadores están pagando ahora, en esta crisis, la mala gestión de las empresas.
¿Cree que falta unión en la prensa para defender sus derechos? ¿Cómo valora que el 7 de mayo se hiciesen concentraciones frente a las distintas empresas en vez de una movilización conjunta? ¿Y la poca asistencia de periodistas manifestándose en la concentración del 14 de mayo?
Los sindicatos estamos trabajando de forma unida, no tanto en torno a un criterio de unidad formulada, pero sí que tenemos todos criterios muy semejantes en cómo afrontar este tipo de crisis. Nuestros sindicatos son autónomos, pero en todos los lugares donde nos hemos sumado a esta convocatoria, que fue un poco precipitada, hemos podido concurrir tanto con los sindicatos como con asociaciones profesionales que también se sumaron.
¿Por qué en los medios no se cubren las movilizaciones de periodistas?
Las empresas silencian todo tipo de manifestación de sus trabajadores. Son ellos mismos los preros en vulnerar el derecho a la información, el derecho de expresión y el derecho a que los ciudadanos estén informados de lo que pasa en las empresas periodísticas.
¿Qué se puede hacer desde la FeSP y desde los sindicatos en general para parar la oleada de ERE que se están aprobando en los medios de comunicación?
Creo que lo estamos haciendo, con mayor o menor fortuna y según los casos. Es una realidad que hay empresas periodísticas que ahora y digo ahora que hasta hace poco (6 meses o un año) ganaban fortunas inmensas con la publicidad lo están pasando mal. Pero no todas lo están pasando mal ni tienen los mismos problemas.
Los sindicatos estamos con aquellas empresas en las que hay voluntad de que sea menos traumático este proceso, y doy el caso de Unidad Editorial y del Grupo Zeta. Son casos muy difíciles que no tienen resultados alegres para todos, pero hemos sabido parar el golpe. Pero hay empresas en las que encuentras situaciones radicalmente radicales, como en ABC, donde han presentado un ERE furioso del 50% del personal sin ni siquiera dar argumentos sólidos. En estos momentos la misma judicatura se está planteando si aceptar o no algunos ERE, que no todas las empresas pueden justificarlo. Muchas empresas que no han perdido y que no están perdiendo todavía el dinero se están planteando que no quieren llegar a perderlo y lo más aginativo que tienen es despedir a trabajadores.
¿Cree entonces que los ERE de Unidad Editorial y Zeta se han aplicado satisfactoriamente y no es así en el caso de ABC?
El ERE al que se llegó en Unidad Editorial fue un ERE pactado, que era la fórmula que se podía aceptar. Si lo planteas de otra forma, ni siquiera es un ERE, es un plan de ahorro que adquiere la forma de ERE, para poder ser formulado de forma legal y obtener el menor daño posible para los trabajadores.
En el caso de Zeta hemos llegado a un acuerdo lo mejor posible en un grupo que venía desde hace años con unas formulaciones irresponsables en las gestiones de sus empresas. Lo que hay enca es una realidad previa a todo esto. Los sindicatos estamos siendo partícipes de solucionar una mala gestión realizada las empresas. Ahora nos ponen a todos en el disparadero de que tenemos que salvar una gestión que fue mal formulada ellos.
¿Cree que el Gobierno debería dar ayudas al sector de la prensa? ¿Cree que como afirman desde la AEDE se está beneficiando al sector audiovisual y se está olvidando a la prensa?
Si el Gobierno está ayudando a otros sectores que están en situaciones silares afectadas la crisis, no tiene qué dejar de lado a la prensa. Pero no todas las empresas están en la misma situación y aquí no caben unas ayudas urbi et orbi, que las ayudas a la prensa (que se han dado toda la vida) se pueden convertir en un coge el dinero y corre, en inversiones apresuradas… Lo que creemos es que si el Gobierno decide dar ayudas en esta situación, de la forma como lo están pidiendo: retirar el IVA, menores puestos con respecto a la publicidad y muchas otras que pueden llegar a pedir… deben estudiarse en cada empresa una una. Debe ponerse como filtro básico que sólo se pueda entregar estas ayudas a empresa que acompañen un plan de viabilidad futuro que haya sido elaborado en conjunción con los trabajadores y que asegure la permanencia de esos trabajadores en las empresas. Además del respeto de una serie de condiciones que en España no existen, como la regularización del derecho a la información, la creación de consejos de redacción, fórmulas para asegurar la independencia de los profesionales de la comunicación…
¿Cuál es el mayor problema al que se enfrentan los periodistas hoy? ¿Los despidos, la desregulación…?
Nos enfrentamos a problemas sumados. El mayor problema es la inseguridad laboral. Este problema de inseguridad, que puede afectar a otros sectores, se agrava en nuestro caso que se produce esta crisis en un sector que ya tiene más de un 30% de los trabajadores desregulados. En estos momentos hay un 30% de trabajadores de la comunicación que al perder su puesto de trabajo ni siquiera pueden acceder a un seguro de desempleo que ninguno de los Gobiernos ha querido reformular una Ley laboral que asegure la estabilidad de estos trabajadores. Los colaboradores de antes o los periodistas a la pieza de ahora están siendo víctas de un flagrante fraude de Ley las empresas que no los tienen asegurados.
Desde la FeSP creéis necesaria una mesa de negociación. ¿Qué pensáis de las reuniones que han acordado la FAPE y De la Vega?
Nosotros somos los preros que planteamos la necesidad de esas mesas, y se sumo la APM. Sorpresivamente nos encontramos que a la solicitud de esa mesa de crisis no se sumó la FAPE. Esperamos que reflexione y se de cuenta de que su actitud es totalmente falta de sentido, que a qué mesa de crisis puede concurrir la FAPE cuando carece de toda representatividad de las empresas.