ADECEC es la Asociación que aglutina a las empresas de Comunicación, dicho así, casi nada. El pasado año, prnoticias alcanzó un acuerdo con la Asociación para llevar hasta nuestros lectores el pulso, la verdad, la savia y la vida que se mueve en este difícil pero apasionante negocio. Y, pusos delante nuestro reputado prcomunicación, que con acierto dirige Pablo Sammarco, y que es testigo de todos los aconteceres y sucedidos… Además de Biblia obligada para comunicadores, ianos, publicistas…
Pero, en ADECEC, como en todos los lugares en los que la gestión está dirigida las filias y fobias de los humanos, se producen acontecientos que no están dando el resultado que se esperaba, y que pueden llevar a la organización a desaparecer. Se quería aumentar la población de agencias tantes, de ahí que se invitase a Estudio de Comunicación o a Tinkle, entre otras, a que participase activamente en la Asociación. Pero, mientras se buscaban refuerzos, los propios se marchan la retaguardia. Nuria Vilanova es una de las creadoras de este apasionante paisaje, en el conviven faunas de todo tipo, pelaje y condición. Hay empresas que sólo se dedican a las RR PP, otras al PR, otras al PRRR (siglas al fin y al cabo). Pero de profesión, de aglutinar y de no sé que más, poco de nada.
ADECEC sigue teniendo los mismos tics que la han hecho no funcionar desde el principio. Nace como lugar de escondite de algunos directivos de multinacionales, que se refugian detrás de las cortinas para no dar la cara y ser despedidos. Sobrevive en un pequeño nido de maldades, parar aquellos ociosos del sector, que nada han atado, y menos ahora que se marchan. Sucumbe ante tesoreros que olvidan sus obligaciones, y mínos conceptos de educación… Para más INRI se embarcan en unos premios, que son inconsistentes e posibles… Vamos, un lechado de decisiones que lo que hacen es que la Asociación se cierre sobre su propia cremallera.
La salida de Nuria, las de Olga y José Antonio, la no incoración de Tinkle y Estudio… Son demasiados fracasos… Y, siendo honestos, no podemos culpar a Carlos Paniagua de nada… que serán los grandes señores de ADECEC, los que tengan que determinar el final de su existencia… Un día, mi buen amigo catalán y pintor Xavier B. me decía: ‘Y esto de la ADECEC… ¿para qué vale?… Yo le comenté: ‘Me encanta como has pintado el techo de la cocina’…
Pedro Aparicio