España camina a pasos agigantados hacia el modelo italiano, los españoles vamos a sobrevivir pese a nuestras instituciones y dirigentes, es la lección que extraigo de las recientes elecciones europeas, donde el 60% no fue a votar el dolor de cabeza que les produce la política. Este año y el que viene toca sobrevivir a la crisis, a este Gobierno, a la oposición, al gasto público desbocado y a una sarta de economistas fumados, que van a estar viendo brotes verdes y flores y capullos… en el jardín o las macetas de su casa.
Hoy he hecho varios viajes en metro, donde viaja el pueblo y no los políticos, y todo lo que escucho es a gente cabreada, preocupada, o pensando en la vuelta a la economía sumergida…para sobrevivir. Algunos lo harán con gusto y otros necesidad, ya que están de puestos, cotizaciones, tasas, recargos, apremios y multas y otras exacciones… hasta la coronilla.
Conocí en Cádiz hace muchos años, cuando empezaba en este oficio, a un gitano que vendía cartuchos de pescado el Trocadero y alrededores de los muelles del puerto. Un día le pregunté, inocente, como sobrevivía con tan poco, y me respondió, “muy fásil, todo lo que gano es pa mí, ningún cabrón vive a mi costa” y me señaló con el dedo el Ayuntamiento, que estaba justo detrás. Por supuesto no pagaba puestos, ni la tasa municipal de vendedor callejero, ni nada, y además pescaba en la bahía sin licencia. Por eso vivía.
No lo pongo de ejemplo, pero viene al caso para el país hacia el que vamos, unos cobran puestos, que no entienden de crisis…otros trabajan, si tienen empleo, y el resto se busca la vida. Eso es Italia en versión española.
Eran los años 70, y ha llovido mucho, pero en España habrá cada vez más gitanos como el del Trocadero, empresarios, autónomos, trabajadores nacionales y extranjeros (éstos sobre todo) que van desaparecer de Hacienda y la Seguridad Social. Van a volver las facturas sin IVA, la doble contabilidad, los factureros profesionales y otras prácticas sumergidas, pero a lo grande.
PD) La Administración, y no digamos los ayuntamientos, afinan la máquina recaudatoria (ahora viene el IBI famoso, y se están hinchando a embargar multas de tráfico y aparcamiento). Quieren colaborar en esta época de crisis.
Para endulzar el ambiente los bancos suben las comisiones manteniento de cuentas, tarjetas de crédito, servicios, de un 4 a un 6 %, según sus necesidades de recaudación. Aunque estamos en deflación, ¡fíjense qué centajes nos enchufan!
Mi banco ya me ha avisado que viene a mi dinero subiendo cuatro comisiones servicios, y que me va a trincar el 1% de “mi dinero” cada vez que saque “mi dinero” de “su cajero”. Como no hay negocio bancario, hay que desplumar al cliente con comisiones.
Esta es una pincelada de color que dedico a un conocido de La Moncloa, al que le pasan los periódicos filtrados para que desayune tranquilo y no se atragante. Dejo para otro día el aumento de los tirones de bolsos, los robos en supermercados, estancos, bares, joyerías etc. Oficialmente no pasa nada, la estadística del Ministerio del Interior, disfrazada de centajes, nos dirá un día de estos que no pasa nada. Es lo que tiene vivir en un ministerio, que la vida es un centaje.
MIGUEL CIFUENTES, PERIODISTA.