Los grandes operadores occidentales de telecomunicaciones buscan mercados emergentes para expandirse. Necesitan savia nueva que el ARPU de sus clientes, o sea el beneficio que cada uno deja, disminuye de forma constante desde hace años, hecho agravado con la crisis. Quien más quien menos, está posicionado en Latinoamérica o India, o está abriendo la difícil puerta de China. África negra es la zona a la que han empezado a mirar, a pesar de las penurias económicas que devastan la mayoría de los países de la zona.
Hasta ahora, Vodafone y Orange eran las únicas operadoras globales con presencia en el cinturón negro del continente, siguiendo la estela colonial de Gran Bretaña y Francia, países donde radican sus matrices. Por eso llama la atención la decisión del operador estadounidense ATT de hacerse con el negocio empresarial de la zona más deprida de un continente en el que nunca se le había perdido nada. Ha firmado un acuerdo estratégico con la sudafricana Telkom, y Financial Tes asegura que dicha alianza es silar a los acuerdos que ATT tiene con otros socios en Oriente Próxo y China. De acuerdo, pero China está camino de superar a Estados Unidos como potencia económica, y en Oriente Próxo hay dinero.
ATT y Telkom estudiarán la forma de dar comunicaciones globales ininterrumpidas a clientes multinacionales en el África subsahariana. ATT pondrá el know how y la tecnología de los servicios, y Telkom su red panafricana extendida 35 países para dar servicio a 1.800 multinacionales Esas cifras son gigantescas en África, pero hace unos años no habrían justificado económicamente la decisión de entrar en el negocio, dadas las complejidades tecnológicas y comerciales para asumirlas, y el escaso retorno a las inversiones de la zona. Está visto que los nuevos tiempos económicos no dejarán de depararnos sorpresas.
SUSANA BLÁZQUEZ, PERIODISTA