Agrupación Mutual Aseguradora (A.M.A.) ha completado un sistema de acceso a toda la documentación a través de la web de su próxa Asamblea, que se celebrará el 30 de junio.
En los últos meses, más de 40 Colegios Oficiales de Médicos y los Consejos Generales de Colegios Profesionales de Farmacéuticos, Veterinarios y Odontólogos, y otras muchas instituciones profesionales sanitarias han manifestado su apoyo y solidaridad a los consejeros de A.M.A., en un proceso de respaldo que se ha ido intensificando en las últas semanas, tanto telefónicamente como escrito, correo electrónico y a través de la página web de la Mutua.
La Asamblea se vertebrará sobre tres cuestiones: La aprobación de la gestión y las cuentas de 2008, el nombramiento de dos nuevos consejeros y la votación de un nuevo sistema de retribución al Consejo de Administración. En concreto, se propondrán 6.000 euros fijos mensuales para el presidente; 4.500 euros mensuales para el secretario, y 3.000 euros mensuales para los demás consejeros, más mil euros de dieta asistencia.
Hace unos días, el presidente de A.M.A., Diego Murillo, resumía en un artículo aparecido en un diario su opinión respecto a las resoluciones de Seguros contra la entidad. Expresaba allí que, en plena vorágine nacional e internacional de expedientes de regulación de empleo, A.M.A. gestiona cerca de doscientos millones de euros anuales en pras; ha duplicado los beneficios y cuadruplicado el número de asegurados en los últos doce años; y triplica ampliamente el margen de solvencia, capítulo en el que ocupa el deconoveno puesto entre más de trescientas aseguradoras.
‘Desde hace un año, las sanciones puestas la Dirección General de Seguros a los miembros del Consejo de A.M.A., así como la inhabilitación contra tres de nosotros, se deben a unas supuestas malas prácticas triviales y además inexistentes. Argumentan que determinadas retribuciones percibidas los consejeros entre 2004 y 2007 eran indebidas, a pesar de que habían sido aprobadas año tras año la Asamblea General, y de que la propia Dirección General las había avalado todo ese tiempo en sus inspecciones, sin encontrar en ellas nada anómalo hasta el año pasado’, indica.
‘Conviene subrayar que las acusaciones de Seguros se refieren a asuntos de muy dudosa relevancia y ningún peligro sobre el patronio o los intereses de los mutualistas, requisitos ambos obligatorios para poder llevar adelante una semiintervención, lo que no sucede en nuestro caso. Existe, además, una sentencia del Tribunal Supremo de hace poco más de un año, que ya ha condenado a Seguros actuar con desprocionalidad contra otra aseguradora, Previsión Sanitaria Nacional. Es un caso tan parecido al que sigue contra nosotros, que perseguiremos que la resolución en nuestro caso sea la misma, aunque debamos llegar al Supremo para obtenerla’.
‘Para la Dirección General de Seguros, los consejeros de A.M.A. merecemos una de las mayores multas en la historia de este organismo supervisor, y tres de nosotros además una suspensión y una inhabilitación profesionales, uno de los peores castigos posibles para nuestras reputaciones. Y todo haber percibido unas retribuciones que ni mucho menos figuran entre las más elevadas del sector, y cuando el resultado de nuestras gestiones ha permitido a nuestra mutua duplicar sus resultados, consolidarse y crecer’.
‘Imagínense un momento que en vez de esos logros hubiéramos conducido a nuestra empresa al borde de la quiebra, tal y como ha sucedido en varias empresas y entidades españolas que están en la mente de todos. Si el lector se ha sonreído, si se le pasa la cabeza que, en ese caso, probablemente y otros motivos nos habrían dejado en paz, como han dejado a tantos otros, acaso ese lector esté en lo cierto. A nosotros nos vale con confiar en la Justicia. A ella le corresponde la últa palabra’, concluye Murillo.