Una tesis sobre la responsabilidad social de las grandes empresas españolas le ha supuesto a Juan Francisco Polo este distintivo. Nuestras compañías siguen un modelo de sostenibilidad basado en el diálogo con los stakeholders.
La tesis, que analiza las políticas de Telefónica, Grupo Santander, BBVA, Repsol, Endesa, Iberdrola y Gas Natural, todas ellas con fuerte presencia en América Latina, le ha valido a Juan Francisco Polo, periodista y consultor de comunicación, la calificación de sobresaliente cum laude el Tribunal para su evaluación como doctor en Comunicación la Universidad Complutense de Madrid.
El trabajo es una de las pocas aproxaciones académicas hechas al fenómeno de la responsabilidad social corativa desde el mundo de la comunicación, ya que normalmente han sido realizadas desde los campos del Derecho y la Economía. El estudio revela que las empresas objeto de investigación han tenido una evolución muy silar y paralela en RSC desde los comienzos.
Dichas compañías han suscrito todos los convenios internacionales, como es el caso del Pacto Mundial, Declaración de Derechos Humanos o de Global Compact, entre otros. Además, incoran las prácticas de ‘buen gobierno corativo’ emanadas de la legislación para garantizar transparencia y eficacia en las decisiones entre la propiedad y los gestores, y disponen de códigos de conducta para sus empleados.
En las empresas estudiadas, la RSC es dependiente de las Direcciones de Comunicación, aunque su actividad es transversal y demanda una colaboración del conjunto de los departamentos de la empresa. Curiosamente, en su mayoría no cuentan con políticas de comunicación claramente definidas y planificadas, pero sí con Comités de Reputación Corativa y de Código de Conducta, en los que participan las diferentes direcciones de la empresa.
Asismo, en general, no tienen programas de actuación que les diferencien y posicionen a unos de otros, salvo los casos de Telefónica, con Proniño, Santander, con Universia, y BBVA, con Microcréditos.
Por últo, de la tesis se desprende que la inversión en acción social viene mostrando una tendencia a incrementarse en los próxos años y se mueve de los 15 millones de euros de Gas Natural a los más de 100 millones del Grupo Santander. Las compañías coinciden que se trata de una inversión, de un intangible que prociona beneficio para la empresa y mejora su eficiencia.
