La anécdota me la contaba hace unos días una persona que había puesto un anuncio en un tal de empleo buscando un becario para el área de g. La cuestión es que tras recibir un montón de Cvs y hacer los preros filtros, finalmente quedaron tres finalistas.
Medio en broma medio en serio, decidió que iba a mirar si Intet decía algo de ellos. La prera sorpresa la encontró al meter el nombre del prer candidato, directamente le indico un vinculo a Facebook donde el aspirante aparecía en una foto bebiendo cerveza; lo mas sorprende no era este hecho, después de todo podía entenderse como normal, si no que entre sus aficiones se encontraba “emborracharse a base de cerveza”. Al introducir el nombre del segundo candidato, directamente fue dirigido a un blog personal, donde entre sus últos post se encontraba “Estoy solicitando empleos que considero están muy debajo de mi capacidad, de hecho me llaman y eso me molesta. Si busco trabajo es el coñazo que me dan mis padres”. La búsqueda del tercer candidato, quizás la mas sorprendente, dio como resultado que tras cinco entradas anteriores, la quinta era de un Juzgado de Andalucía, donde se indicaba que el aspirante había sido detenido para robar en una tienda un años antes.
Con esta anécdota, del todo real, se constata que Google nunca falla y que siempre dice algo de ti. Si esto mismo lo aplicamos al mundo de las empresas probablemente en muchos casos nos encontraríamos con casos parecidos, ello creo que merece la pena comenzar a reflexionar sobre la necesidad de una mejor gestión de la reputación corativa en la red.