‘Perdidos en la tribu ha concluido’. Las tres familias participantes han sido aceptadas los jefes de sus respectivas tribus, lo que han conseguido repartirse el premio total de 150000 euros. Experento de Prisa con gran éxito de audiencia.
Namibia, Indonesia y el desierto del Kalahari eran los laboratorios de este experento dónde familias del capitalismo occidental se introducían en un mundo aparte, desconocido. Tribus pritivas, únicas en su especie, les acogerían como producto televisivo, incluyéndoles en su quehacer diario con el propósito de adaptarles en su rutina a base de pruebas de iniciación. Las tres familias en cuestión (los RecueroOliva, CarriónRoldán y Molina Herrera) se enfrentaban a un tremendo reto, olvidarse de sus privilegios tecnológicos durante tres semanas y dejar atrás su dieta mediterránea, sus centros comerciales y su electricidad.
Familias de todo tipo, procedentes de Toledo, Badalona y Tenerife comenzaron sus andaduras a duras penas, que era todo desconocido e inesperado. Pero poco a poco y a base de castigos y pruebas de toda índole fueron superando el mal trago del comienzo y disfrutando de la inigualable experiencia. Bodas, intercambio de mujeres, comidas exóticas se convirtieron en protagonistas ante el asombro de los participantes.
Los Hba, los Bushman y los Mentawai han hecho posible la concesión de la recompensa a las tres familias participantes. 50.000 euros para cada uno tras repartirse el premio total de 150.000 €. Por otra parte, la respuesta de la audiencia ha sido tal que ya están calentando motores en la cadena para la realización de la Segunda edición avecinándose los castings de nuevos concursantes, Eyeworks Cuatro Cabezas y Cuatro son las responsables.
Este programa ha sido el más exitoso de los docurealitys televisados Cuatro con una audiencia media del 13,5%. Su pacto ha sido notorio provocando irreverencias entre los más escépticos que aludían a la contaminación de las sociedades puras. Sin embargo, lo que realmente ha significado, tanto aquí como en los otros países, es la concienciación de unos españoles que se pueden haber dado cuenta de que la vida no termina en la sección de complementos del Corte Inglés.