Garoña ha levantado fin el debate nuclear en España. El tema es serio, seguos con una dependencia energética exterior del 80% y así no podemos seguir con un petróleo y gas que volverán a dispararse antes o después. La prórroga de cuatro años le va a costar a Zapatero muchos votos y un desgaste inevitable, ahora cumplir sus promesas. Las encuestas ya no dicen lo que decían cuando hizo su programa electoral.
Ayer Zapatero daba explicaciones a su gente, para consumo de militantes del PSOE, anunciando que cambiará la legislación en materia nuclear, la vida útil de la centrales, que empezó siendo de 40 años y, alargándola con prorrogas podía llegar a 60 años. Recordó que los últos años Garoña recibía permisos de año en año, y eso se olvida.
Dos subrayados: una parte de su partido, Felipe González y los sindicatos están a favor de la energía nuclear, y las energías renovables que defienden los ecologistas, no llegan a cubrir el 20% de la demanda energética nacional y viven de las subvenciones.
El cierre de Garoña no sería grave hoy, ya que ata el 1% de la energía eléctrica del mercado español, pero el tema no es hoy, sino el futuro. Su admirado Obama vuelve a abrir la mano en materia nuclear en USA, Inglaterra lo mismo, países como Finlandia, vuelven a la energía nuclear. Francia está llena de nucleares y algunas a escasos 100 kilómetros de España, y compramos su electricidad. El riesgo no lo paran los Pirineos. Y no olvidemos el cambio clático y el nulo efecto de emisiones contaminantes de la energía nuclear, frente al carbón, ejemplo.
La energía nuclear tiene problemas, los residuos es complicado almacenarlos y durante miles de años tienen radiactividad. El problema es apostar mientras tanto energías que no han madurado, son caras, y dependen de los caprichos de la naturaleza, que haga sol o viento. Gobernar es decidir pensando en el largo plazo.
PD. Los sindicatos vuelven a la mesa de diálogo social que abandonaron, dando un tazo, hace unos días. El intento de CEOE de plantar el contrato del Siglo XXI, con 20 días de indemnización despido, y la insuficiente protección a los desempleados que se les acabe el paro en los próxos meses, provocó incluso amenazas de huelga general, de momento con la boca pequeña. Si el Gobierno quiere pacto social este mes de julio va a tener que emplearse a fondo, no pinta nada bien.
Zapatero y los líderes sindicales deberían sentarse a esa mesa. Hay muchas voces pidiendo un acuerdo incluso a los partidos, que la crisis es larga y profunda. Recuerdo que el Premio Nobel de Economía, Krugman, dijo que la situación de la economía española es gravísa, se nos ha caído el chiringuito del ladrillo y el turismo, y la inmigración sirve para lo que sirve, empleo marginal y de baja cualificación, pero no mejora nuestra competitividad y a medio plazo es un problema de integración. No ha habido país en el mundo que reciba 5 millones de inmigrantes en menos de 10 años, y enca sin previsión ni preparación para absorberlos.
MIGUEL CIFUENTES, PERIODISTA
