El golpe de estado de Honduras ha empeorado el servicio logístico en Centroamérica. El cierre de fronteras de los países vecinos han complicado el paso de mercancías en la zona vía terrestre, lo que el transte maríto se postula como la única vía para que el comercio en el país no se vea afectado.
Sin embargo, nos encontramos con un serio problema con los puertos en Centroamérica, ya que no se cuenta con suficientes escalas directas para que el transte maríto pueda ser un sustituto al terrestre, sobre todo teniendo en cuenta que la situación política ha obligado al cierre de fronteras. Honduras divide literalmente en dos a Centroamérica: un lado se encuentran Guatemala, El Salvador y Belice; y el otro Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
En este sentido, la falta de conexiones marítas pone en serio riesgo el abasteciento de mercancías a Honduras a medio plazo si en la región continúa el estado golpista.