El spam es un correo basura enviado indiscrinadamente a miles o millones de personas. Destacan de forma especial los correos maliciosos que envían mensajes falsos que suelen informar de peligros como posibles explosiones o atentados terroristas indiscrinados, sin olvidar enfermedades peligrosas y de muy fácil contagio.
Algunos son muy curiosos como uno que se dejó caer en un foro que pedía solidaridad mediante el envío de mensajes de correo, con el objeto de que las autoridades de Nueva York desmantelasen un negocio de venta de mascotas, gatos principalmente, a las que se introducía en botellas, para someterlas a un proceso que alterase su creciento y lograr mascotas únicas gracias a sus deformidades. Daban incluso la dirección de una página web donde se mostraban las pactantes ágenes de estas prácticas. Todo muy real, excepto que al final quedó demostrado que se trataba de un montaje (hoax), una broma de mal gusto, elaborada estudiantes de Massachussets.
Básicamente, podemos definir un hoax como una falsedad, que muchas personas creen y difunden, y que ha sido creada con ese fin. En realidad, la traducción de este término anglosajón viene a ser “trampa, engaño, mentira, bulo…”. La definición más extendida la encontramos en el ámbito del mundo antivirus, y que considera a los hoax como mensajes enviados lo general mediante correo electrónico, en los que se avisa en tono alarmante de la existencia de nuevos y potentes virus, muy peligrosos y destructivos. Estos supuestos virus no existen o son archivos inofensivos que tienen como finalidad crear alarma entre los internautas y conseguir el reenvío masivo de dichos mensajes alarmistas a otros destinatarios, y así indefinidamente.
Hay otros mensajes falsos que informan, ejemplo, de que una banda terrorista ha sembrado las calles de las ciudades de teléfonos móviles abandonados en las aceras que cuando los coge algún viandante le explotan en las manos. También falso. Estos mensajes se crean tanto para provocar algún tipo de perjuicios como para divertir a sus creadores.
Los hoax no sólo tienen como finalidad crear alarma y conseguir que vuelvan a enviar de forma masiva e indiscrinada a toda la lista de contactos del receptor, sino que también pretenden recopilar gran cantidad de direcciones de correo, difundir información falsa en perjuicio de terceras personas u organismos, incitar al receptor del mensaje a causar daños en su propio ordenador o, incluso, puede tratarse de una sple competición en busca del mayor número de mensajes y lograr la notoriedad que otorga en el círculo del creador del hoax una gran difusión del mismo.
Para lograr engañar al receptor, el hoax suele hacer referencia a fuentes serias y entidades de reconocido prestigio, incluyendo frases o expresiones catastrofistas del tipo: “Alerta “, “No existe ninguna cura ni solución en la actualidad”, “Destruye todos los archivos irremediablemente”, “Borra toda la información del disco duro, dejándolo inutilizado”, “La policía está desbordada”, etc.
Es habitual que presenten errores de lenguaje o contengan expresiones raras, a causa de que muchos de estos correos son una burda traducción de otros idiomas. Y eso algunas veces el mensaje entra en contradicción consigo mismo que mientras pueden, ejemplo, hacernos el supuesto favor de avisarnos de un gran peligro que se cie sobre nosotros, al mismo tiempo, nos dan las gracias cuando somos nosotros quienes deberíamos dárselas al remitente.
Los correos maliciosos se pueden clasificar la temática de la que se ocupan. Algunos son catastrofistas y se refieren a nuevos virus o bacterias biológicas, escapes radiactivos, predicciones sobre el fin del mundo o actos cometidos maníacos terroristas a los que no se consigue apresar.
Estos hoax suelen citar fuentes oficiales como los cuerpos de policía estatales, gobiernos o cadenas de televisión. Y éste es uno de sus grandes errores de quienes caen en la trampa, que no es posible aginar que un gobierno ante una situación dramática y excepcional recurra a los correos electrónicos para informar y avisar a sus ciudadanos del problema en cuestión (para eso ya están la televisión, la radio e Intet, principalmente). Resulta difícil aginar al Ministerio de Interior de cualquier país occidental civilizado litándose a mandar correos electrónicos a los internautas ante, ejemplo, una catástrofe nuclear.
Lo normal sería recurrir a la radio y la televisión, que son medios de consumo masivo y rápido.
Otro tipo de Hoax son las cadenas de solidaridad, que se basan en peticiones de ayuda para un enfermo terminal, y también pueden pedir el reenvío de una agen de alguna persona desaparecida, o solicitar la difusión y colaboración con alguna causa que active la conciencia social.
Hay cadenas falsas y verdaderas. Se diferencian en que las verdaderas suelen tener fecha de finalización que habitualmente se trata de campañas informativas o solidarias, hacen referencia a su propia página web. Las campañas solidarias, supuestamente, suelen estar respaldadas diferentes organizaciones de prestigio nacional o internacional como pueda ser el caso de Cruz Roja o Amnistía Internacional, poner sólo dos ejemplos.
Después nos encontramos con las cadenas de la suerte, que se aprovechan de la gente supersticiosa y que prometen buena suerte si el mensaje se reenvía a un número determinado de personas. También existen las cadenas que nos ofrecen magníficas ofertas de grandes compañías, que informan de alguna gran otunidad para adquirir un determinado producto o servicio de una empresa de gran popularidad. Se trata de ofertas totalmente irreales que si se pusiesen en marcha supondrían la quiebra de la compañía en cuestión. Estos mensajes van acompañados de la dirección de correo, nombres o páginas de tales empresas, con el desconociento de la firma en cuestión. El motivo de estas acciones suele ser crear problemas a esa compañía.
JUAN MANUEL ROMERO MARTÍN. PERIODISTA
