Una vez más, el doctor Beltrán nos tare a prsalud a un reconocido especialista médico. En esta ocasión es el doctor Germán Vázquez, director del Centro Proctológico de Madrid y especialista en proctología. Este nuevo encuentro en los Diálogos de prsalud nos acerca a las hemorroides, una patología que sufre el 56 ciento de la población española. Sin embargo, son millones los que sufren en silencio, al seguir siendo una enfermedad muy vergonzante.
Muchas han sido las cuestiones que el doctor Bartolomé Beltrán y el doctor Germán Vázquez han abordando sobre las hemorroides como los diferentes grados de aparición, los tratamientos específicos que se realizan en la actualidad, causas y factores de su aparición o las últas técnicas de tratamiento e intervención quirúrgica de las mismas.
Uno de los puntos más interesantes que el director del Centro Proctológico de Madrid nos explica es el de las novedosas técnicas que se utilizan en el tratamiento de las hemorroides: la escleroterapia y la crioterapia. Ambas terapias son las indicadas para los dos tipos de hemorroides de menor gravedad.
La crioterapia consiste en una técnica de últa generación, en la que a través de una sonda que integra una bala de protóxido de nitrógeno, destruye los plexos hemorroidales a una temperatura de 80 grados bajo cero.
La cirugía, bien la ligadura de los plexos hemorroidales, o bien cirugía láser, explica el doctor Vázquez, es el tratamiento indicado para aquellos grados en los que las hemorroides tienen una mayor complicación.
En este sentido, el doctor Guzmán Vázquez comenta la alta eficacia y seguridad de la tecnología láser, de la que él fue uno de los pioneros en España en la segunda mitad de los años 80.
Por últo, ambos doctores coinciden en los Diálogos de prsalud en que el estreñiento, la obesidad, y el sedentarismo son factores clave en la aparición de hemorroides. Así mismo, el encuentro finaliza con una llamada de atención. Los laxantes pueden provocar lesiones precancerígenas. El doctor Vázquez nos alerta de que el uso de laxantes puede tener efectos perjudiciales para nuestra salud gastrointestinal a largo plazo. Y la aparición de un cáncer de colon o de recto puede ser una de sus consecuencias.