El resultado es un producto que recupera la calidez y el peculiar sonido analógico de los vinilos y que además destaca una apariencia soberbia. El brazo de 10,5 pulgadas ha sido fabricado expresamente para esta unidad Montegiro, pero puede sustituirse otros modelos de Da Vinci, SME o Jelco, según las preferencias acústicas. El cartucho y la aguja son de la marca japonesa Koetsu y garantizan una reproducción sin saltos y una lectura fiel de los surcos del vinilo.
El mejor diseño se ha reservado para el chasis, que descansa sobre cuatro pies ajustables de acero aislados gracias a un compuesto de goma que absorbe cualquier vibración. Su precio de partida es de 10.000 euros, pero puede variar en función del brazo escogido. www.montegiro.de
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