La cena de la Moncloa terminó ayer en nada, siento mucho haber acertado, el pacto social entre gobierno y agentes sociales está muy crudo. La presencia del presidente Rodríguez le ha servido para constatar lo duro del tema, y que va a tener que legislar en materia laboral, algo que no quiere lo explosivo del tema los riesgos políticos que conlleva.
Las concesiones a los sindicatos confirmarían la sospecha de que compra la paz social, no quiere conflictos laborales graves con su gente, ya los tuvo Felipe González, pero necesita crear empleo y eso depende de los empresarios.
Las cuatro horas de cena, ayer en Moncloa, confirmaron el atasco: no se puede tocar la legislación laboral de despido, no se puede bajar cotizaciones sociales a las empresas mas de 1,5 puntos en dos años, dos asuntos endemoniados.
El gobierno ahora amenaza con legislar su cuenta, y una de dos: o es para que las partes cedan, o da hecho que tiene que tirar la calle de en medio. Tiene 4 millones de parados, no tardando 5 millones…y algo tiene que hacer. La gente no le perdonaría que estuviera de espectador en un tema gravíso como el del paro, que puede poner patas arriba un país.
La patronal CEOE dice que “algo nos debería tocar ya”, incluso aceptaría una rebaja de 2 a 3,5 puntos en las cotizaciones. CEOE tensa la cuerda que la crisis ahoga a su gente, mientras los sindicatos están atrincherados tras el Gobierno. Todo es estrategia, pero el tiempo pasa y no perdona, llegar a septiembre sin acuerdo es muy malo para el Gobierno, lo reconoce en público y en privado. Muy malo sobre todo para el paro y los parados, incluso aunque les den seis meses más de subsidio, que no es la solución.
PD) Por si consuela a ZP, el presidente americano Obama, tiene problemas serios en su país. No solo le critican el gasto social altíso de su Gobierno, necesario para salir de la crisis, peligra su proyecto de sanidad pública para 40 millones de americanos desprotegidos. Ya fracasó Clinton, y a Obama le ha salido un frente opositor (empresarial y político). La sanidad pública supone un billón de dólares y el Congreso está muy crítico con tanto gasto.
Estrambote: nota positiva, Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, está más optista y grandes bancos americanos (algunos ya en beneficios) aventuran que la crisis será corta, caída dura y rebote rápido. Ojalá. Pero nos llevan dos años de delantera en la crisis.
