El Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Las Palmas (COF), a través de su Vocalía de Dermofarmacia, ha presentado en rueda de prensa la campaña ‘El daño del sol no avisa’.
La campaña, que tiene carácter informativo y divulgativo, pretende avisar y concienciar a la población de los tantes y graves daños que pueden causar algunos medicamentos en nuestro cuerpo, como ejemplo, los antiinflamatorios, los anticonceptivos, los antihistamínicos o los inductores del sueño, entre otros, cuando éstos entran en contacto con el sol.
‘El objetivo de este conjunto de acciones es prevenir a la sociedad canaria de los riesgos que conlleva la ingesta de determinados medicamentos cuando éstos se combinan con los rayos solares, formando, así, una mezcla explosiva para nuestro cuerpo. En España, el cáncer de piel, ejemplo, aumenta cada año entre un 10 y un 12 ciento y, específicamente, en Canarias, podemos afirmar que uno de cada 50 jóvenes desarrollará este tipo de cáncer en 15 años‘, según señalaron José Manuel Vírseda Bravo y María Dolores Almeida, vocales de Farmacia y de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Las Palmas, respectivamente.
La campaña ‘El daño del sol no avisa’, en la que participan activamente todas las farmacias de la provincia de Las Palmas, se verá reforzada, además, con el reparto de 30.000 folletos descriptivos con carácter divulgativoinformativo, además de una charla en la que se informará y se asesorará, con todo detalle, y desde la propia Vocalía de Dermofarmacia, a todos los farmacéuticos de oficinas de farmacia para que éstos también se pliquen directamente en esta acción. Habrá, además, una coordinación en el protocolo de actuación para que el farmacéutico tenga el conociento y las herramientas necesarias para asesorar sobre la fotosensibilidad de los fármacos y su correspondiente protección solar.
Para María Dolores Almeida esta campaña también incide en la figura del profesional sanitario ‘que es éste quien tiene la obligación de informarnos, avisarnos y asesorarnos, previamente, sobre los efectos secundarios que pueden causar en nuestro organismo la ingesta de determinados medicamentos‘ y precisamente el farmacéutico, como agente sanitario y, estando en contacto directo con el público, tiene un papel prordial en la detección e identificación de las reacciones adversas que pueden generar algunos medicamentos.
‘Cuando tenemos signos o síntomas, que nos haga sospechar de alguna reacción adversa al uso del medicamento, nuestro deber es comunicarlo, de inmediato, al farmacéutico (profesional médico) y/o a nuestro médico de confianza, no sólo para tener una mayor información y tranquilidad posibles, sino también, para evitar graves e tantes daños en nuestro cuerpo de forma completamente irreparable‘, sentenció Almeida.
