La nueva Ley Audiovisual permite el emplazamiento de productos en series y películas. La promoción de productos dentro de las series incluyendo ‘anuncios’ que se meten como parte del guión, cuyos protagonistas son los personajes de la ficción, está contemplada dentro de la nueva Ley. Los anunciantes están de enhorabuena, puesto que está demostrado que esta publicidad funciona. Las cadenas y los espectadores no se verán beneficiados.
Esta publicidad repercute directamente en las productoras, y las cadenas lo permiten que así les venden el producto más barato, aunque no se beneficien directamente de los ingresos publicitarios. Las marcas también salen ganando, se dirigen así de manera más eficaz a su target, buscando sus series favoritas. Los espectadores su parte no se libran de la publicidad ni durante la emisión de la serie, y eso les provoca rechazo, en su mayoría opinan que le resta credibilidad.
Pese a que hasta ahora esta práctica se podía considerar en algunos casos publicidad encubierta, lo que quedaba fuera de la legalidad, cuando se apruebe la Ley Audiovisual será una práctica legal. El Gobierno adaptará una directiva europea que contempla que los países miembros puedan regular el emplazamiento de productos.
Pero tiene unos límites: se debe informar al público del emplazamiento, no debe condicionar la independencia editorial, no puede incitar directamente a la compra, y no se le puede dar prominencia indebida al producto. Si no, se consideraría publicidad encubierta. Además está prohibida en determinados productos como tabaco o medicamentos con receta.
Este tipo de publicidad está permitida en largometrajes, cortometrajes, documentales, películas, series de televisión, programas detivos y de entreteniento, y en informativos siempre y cuando la aparición de la marca se haga a cambio del suministro gratuito de bienes y servicios.
La Ley Audiovisual abre así una nueva puerta a la publicidad, aunque lo cierto es que es ya una práctica habitual y no va a cambiar demasiado las cosas. Además el emplazamiento de productos no ata tantos ingresos como la publicidad convencional, pese a que según un estudio de Zenith Media se este que la eficacia de estos pactos es mayor que la de los anuncios, ya que se evita el zapping. Teniendo en cuenta la fragmentación de la audiencia y la pérdida de ingresos publicitarios de las televisiones este podría ser el futuro, buscar anunciantes para productos específicos, siempre y cuando se llegue a un acuerdo entre cadenas y productoras.
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