(28/07/09) EEUU ha apagado de forma definitiva la pantalla electrónica gigante que había instalado en el últo piso de su Oficina de Intereses en la Habana (SINA), en el Malecón, a través de la cual daba información a los ciudadanos sobre derechos humanos y emitía mensajes políticos. Según informó el tavoz del Departamento de Estado, Ian Nelly, esta medida se ha llevado a cabo que ‘la pantalla no era efectiva como instrumento para procionar información a los cubanos’.
Este cartel se encendía en enero de 2.006 en un periodo al que se denominó la ‘guerra de los carteles’ marcado la distensión mantenida entre Washington y La Habana. Y es que, tras la aparición del cartel luminoso, Fidel Castro, aquel entonces, presidente de Cuba, decidió construir el ‘Monte de las Banderas’: un parque de banderas con mástiles altísos que pidieran totalmente la visión de la pantalla.
Esta guerra comenzaba en 2.004, cuando la SINA puso en su fachada un cartel pidiendo la liberación de 75 presos políticos, ante lo cual, La Habana respondió rodeando la sede con enormes carteles con fotografías de prisioneros iraquíes siendo torturados infantes de marina estadounidenses. De esta manera, ambos países hacían de esta ‘guerra’ su particular campaña propagandística Según informa BBC Mundo, el fin del cartel luminoso estadounidense se une al retiro de la propaganda cubana ‘antiperialista’ que rodeaba la sede diplomática.
Algo silar a lo que ocurre con TV Martí, una emisora oficial de EE.UU. que cuesta millones de dólares y que sólo trasmite hacia la isla, a pesar de que nadie en Cuba puede verla debido a un poderoso sistema de interferencia organizado los ingenieros cubanos.
La actual suspensión de la pantalla es otro tímido gesto de acercamiento entre los gobiernos de Raúl Castro y Barack Obama. Antes ya se habían reunido para debatir temas migratorios y Washington levantó las restricciones de viajes y remesas a los cubanoamericanos. Hasta ahora ninguna de las partes ha dado pasos significativos hacia el entendiento.
