Una acción que entraría dentro de la línea editorial de Prisa, que ‘consiste en la condena y demonización de todos los procesos democráticos que promueven un cambio en América Latina’.
El pasado 22 de julio el presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya, era entrevistado en el programa Hora 25 de la Cadena Ser, momentos antes de que venciera el plazo fijado para que pudiera volver a su país. En la entrevista, el locutor de la emisora pregunta a Zelaya sobre su situación actual y sobre cómo va a ser su regreso a Honduras. Hasta aquí todo bien. La situación se tuerce cuando el periodista comenta sobre la ‘aparente situación de tranquilidad’ que pera en las calles hondureñas y, cuando pregunta posteriormente al presidente depuesto sobre la posibilidad de que surja un brote violento a su llegada al país.
En tono defensivo, Zelaya cuestiona la parcialidad del locutor, fruto de la desinformación que, según él, padece. Además le acusa de estar formulando preguntas a favor de los golpistas, llegando incluso a preguntarle en reiteradas ocasiones, si está a favor o en contra de los mismos. ‘Yo pregunto, yo no condeno nada, yo splemente estoy aquí para hacer preguntas‘, responde el locutor.
Esta disputa dialéctica ha servido de prueba para quienes acusan al Grupo de la contienda que estaría protagonizando en América Latina. Desde el diario digital Libre Red aseguran que desde el grupo de Polanco se ‘ha adoptado una línea editorial en todos sus medios de comunicación que consiste en la condena y demonización de todos los procesos democráticos que promueven el cambio en América Latina‘. A lo que añaden ‘no es de extrañar, ello, que en sus informaciones arremeta de forma clara contra los líderes que están encabezando dichos procesos de democratización’ como son el ecuatoriano Rafael Correa, y sus homónos boliviano y venezolano Evo Morales y Hugo Chávez.
Estas mismas críticas hacia el Grupo Prisa se repetían dos días antes de la mencionada entrevista, cuando el diario El País publicaba el editorial ‘Chávez lo quiere todo para él’ en el que se critica el carácter autoritario del mandatario venezolano a través de su ‘últo avatar’: la ley sobre la propiedad social que será aprobada probablemente antes de finales de año, así como la revisión que realizará en los medios de comunicación. Éste y otros digitales afirman que la autora de este artículo, Maye Prera, corresponsal de este diario en Venezuela, es el claro ejemplo de la oposición del grupo Prisa hacia el mandatario, justificando tal argumentación en el cargo que ostenta de redactora jefe en periódico opositor al régen Tal Cual, además de ser una de las firmantes del decreto que suspendía la Constitución en el golpe de Estado del 11 de abril de 2.002.
Asismo, el grupo fue acusado el año pasado a través de un artículo titulado ‘Los abusos del grupo Prisa: libertad de expresión o punidad’ de la monopolizar las emisiones radiofónicas en Argentina, tras la compra de AM 590, cuando ya disponía de FM Hit en Buenos Aires y otras 16 licencias en las principales ciudades del país.
Seguiremos informando…