La explotación como una de las consecuencias de los accidentes de tráfico laborales, las infraestructuras y su señalización y la manipulación de los tacógrafos en el transte. Estos son los tres ejes principales de actuación de la Fiscalía de Seguridad Vial. Así los ha dado a conocer el fiscal Bartolomé Vargas, quien ha dado a conocer sus planes estratégicos. Asismo, ha señalado que en casos de sospechas graves se llevarán a cabo inspecciones de trabajo. Además, la manipulación de los tacógrafos pasará a ser delito en lugar de infracción administrativa.
Ante la actual situación de crisis y ante el hecho revelador ofrecido la Organización Mundial de la Salud de que el 50% del total de las víctas son accidentes de tráfico laboral, la Fiscalía de Seguridad Vial ha decidido centrar su trabajo en esta problemática. De hecho, la Fiscalía, conjuntamente con la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Dirección General de Inspección de Trabajo, se está elaborando un protocolo de actuación para investigar aquellos accidentes o condiciones en los que puedan detectarse indicios de explotación laboral. Aquí intervendrá el Fiscal, la Policía Judicial de tráfico e Inspector de Trabajo.
Y es que el accidente laboral, cuando es de tráfico, tiene una probabilidad 8,36 veces mayor de que pueda ser motor que cuando no lo es. Así lo ha señalado Agustín Hidalgo Murillo, quien se encargará de dirigir todo lo referente a la explotación laboral y la manipulación de los conocidos tacógrafos. En esta línea, se ha instado a que en los datos estadísticos se refleje la razón o motivo del viaje. Todo con el fin de que se emerja el global de la accidentalidad laboral vial. Por su parte, el fiscal Bartolomé Vargas ha resaltado que se actuará sólo en casos graves, cuando se produzca un engaño o abuso de necesidad.
Dentro de la lucha de la Fiscalía contra las presiones económicas y la competencia en el transte carretera y sus consecuencias sobre la seguridad vial, se ha dado a conocer la guerra plantada contra la modificación de los tacógrafos, aparatos de control que se instalan a bordo de ciertos vehículos de carretera, para indicar y registrar los datos relativos a kilómetros recorridos y a la velocidad, así como los tiempos de actividad y descanso de sus conductores.
Hasta la fecha, su manipulación era considerada una sanción administrativa. Sin embargo, tal y como ha dado a conocer el fiscal de seguridad vial, pasará a ser considerado como un delito de falsedad documental. En este caso, en base al artículo 392 del Código Penal, estas conductas serían castigadas con penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses. La autoría podría recaer tanto en el empresario, que conoce o induce a las manipulaciones, como en el titular del vehículo o aquél taller que ha realizado la instalación del instrumento.
Dentro de las competencias de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, se han efectuado un total de 2.357 denuncias manipulaciones de tacógrafos durante el 2008. En el prer semestre de 2009, la cifra es de 1.182 denuncias. Y es que actualmente hay un elevado número de manipulaciones de estos sistemas, tanto analógicos como digitales. De hecho, tal y como ha desatado Hidalgo Murrillo, cualquiera de nosotros podría fácilmente manipular este últo aparato teóricamente inviolable.
Por últo, en los casos en que el fiscal detecte que hay señalización defectuosa o que induzca a error lo pondrá en conociento del titular de la vía para su inmediato arreglo y se exijan, en sus casos las correspondientes responsabilidades disciplinarias.
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