05/08/09 VENEZUELA 9.865 SUSCRIPTORES Una treintena de spatizantes del presidente venezolano atacaron con bombas lacrógenas la sede de Globovisión, canal que Hugo Chávez lleva tiempo amenazando con cerrar sus prácticas de ‘terrorismo mediático’. Los hechos se producen días después de que el mandatario tomara la decisión de clausurar 34 emisoras de radio privadas y dos canales de televisión.
Un grupo de militantes chavistas de Unión Patriótica Venezolana (UPV) montados en motocicletas y ataviados con boinas rojas y banderas del partido arrojaron varias granadas de gas dentro de la sede de la cadena en Caracas. Un ataque que se saldó con un empleado afectado quemaduras y una agente de policía con heridas leves al ser golpeada un ‘objeto contundente’. Sin embargo, no se produjeron en el edificio daños cuantiosos, a pesar de que, según informaron los trabajadores de la cadena, los asaltantes llevaban armas de fuego que usaron para forzar la puerta de entrada y someter al personal de seguridad.
Al frente de la comitiva atacante se situaba la dirigente chavista Lina Ron, quien ha sido detenida orden de la Fiscalía venezolana estos hechos. El propio Hugo Chávez, en un acto militar, criticó a Ron horas después de su detención, acusándola de ‘hacer daño a la revolución’ con un ‘acto que atenta contra la paz del país’. ‘Tiene que recibir el peso de la ley añadió al igual que los que andaban allí con ella en un acto que es deplorable y contrarrevolucionario’, aunque esta no es la prera vez que Ron protagoniza incidentes de esta naturaleza.
El director de Globovisión, Alberto Federico Ravell, ha responsabilizado directamente del ataque al presidente venezolano declarando: ‘si el gobierno quiere asesinarnos, acabar con nosotros hágalo de una vez’. El canal, principal medio crítico con Chávez, denuncia que se está viendo hostigado con procedientos administrativos, tributarios e investigaciones contra sus directivos para que suavice su línea editorial. De hecho, la cadena afronta en este momento al menos cinco expedientes administrativos parte de Conatel, dos de los cuales podrían acarrear un fin inmediato de las transmisiones.
No obstante, el Gobierno, en boca de su ministro de Interior, Tarek El Aissami, condenó lo ocurrido y anunció que se abrirá una investigación para juzgar a los responsables. ‘No aceptamos que la violencia sea el instrumento mediante el que se deran nuestras diferencias’, declaró el ministro al canal estatal Venezolana de Televisión. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) también ha condenado el ataque y pidió para Globovisión y sus empleados la protección necesaria para asegurar el ejercicio de su labor sin miedo a represalias.
Igualmente el Colegio Nacional de Periodistas venezolano ha emitido un comunicado en el que condena el ataque a Globovisión y exhorta a los gobernantes a ‘estar a la altura para poner en cintura a estos grupos violentos que cometen atrocidades en nombre del Gobierno’. Por su parte, la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR) también ha condenado el atentado, al igual que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, mandatarios de diversos países o Amnistía Internacional, que también exigió una investigación de los hechos parte de las autoridades venezolanas.
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