Todavía guardo mi tipómetro, regla utilizada para maquetar la prensa en papel, como una reliquia de cuando estudié Periodismo en la Complutense, y que han dejado de utilizar los maquetadores hace más de 20 años. Hace un par de años, una de mis amigas, hoy convertida en catedrática de la misma facultad, me contó la posibilidad de llevar a la era digital a algunos profesores que todavía utilizaban el tipómetro en sus clases, o que prohibían a los alumnos documentarse en Intet para la realización de trabajos. Mi sorpresa ha sido mayúscula al leer el otro día una tribuna de una estudiante de la misma facultad, en la que denuncia que se mantiene la enseñanza con tipómetro, y que ni siquiera ha visto los programas digitales de maquetación utilizados en todos los medios escritos.
Podría tomarse a chascarrillo, si no fuera que añadía que en las ofertas laborales a licenciados piden los programas digitales que no ve en la facultad, valoran tener un blog y navegar habitualmente la Red. Terminaba preguntándose si antes de llevar pizarras digitales, conexión inalámbrica y un tátil cada alumno de 5º de praria, tal y como había anunciado el Gobierno, no era mejor formar al profesorado en TIC. La tribuna me pareció de diez.
Alguna vez he charlado con profesores que acuden a las Aulas Digitales que Fundación Telefónica lleva la geografía española. No me ha llamado la atención su valoración positiva de lo que aprendían, sino su consideración de novedad de cosas que son obvias para quien utiliza Intet de forma habitual. La tribuna de la estudiante de periodismo se titulaba ¿estamos preparados para la escuela digital? Lo estaremos cuando todos los docentes españoles manejen Intet con la misma soltura que un bolígrafo o un tipómetro.
SUSANA BLÁZQUEZ, PERIODISTA