La diabetes tipo 1 que padece Paul Farrelly, de 52 años, no le ha sido ningún pedento para cumplir uno de sus sueños, recorrer toda Europa en bicicleta. Paul se subió a su bicicleta en Portsmouth, Reino Unido, y un mes después llegó a Estambul ,Turquía.
Tras un duro viaje de 31 días, en los que recorrió 12 países diferentes y haber realizado más de 1.200 kilómetros, Paul finalizó su viaje en Turquía. Sin embargo, esta aventura no la terminó en solitario. En la frontera búlgaroturca le esperaba un grupo de ciclistas de la Federación Turca de Ciclismo, que recorrió con él la últa etapa. Cuando cruzaron el estrecho del Bósforo, unas 100 personas, entre ellas varios fotógrafos y algunas televisiones internacionales, lo estaban esperando.
Este detista británico ha contado, además, con una dificultad añadida, la necesidad de controlarse varias veces al día sus niveles de glucosa en sangre, ya que en el año 2.000 le diagnosticaron diabetes tipo 1. A pesar de ello, recorrió una media diaria de 120 kilómetros.
Paul pudo realizarse controles de los niveles de azúcar en sangre con regularidad para mantenerlos constantes, gracias a un medidor de tiras integradas. Además, Paul también sufría el desgaste físico, pero encontró la manera de solucionarlo. ‘Decidí escuchar a mi cuerpo, si tenía que tomarme un día de descanso, lo hacía’, ha declarado a su llegada a Estambul.
Este detista con diabetes, ha asegurado que el viaje ha sido una experiencia muy enriquecedora, aunque un tanto caótica. ‘Mi ruta cambiaba cada día, debido al tiempo, o el estado de las carreteras, y a menudo tuve que parar para preguntar la dirección correcta‘, comentó. Pero no todos los consejos le resultaron útiles. ‘En Bélgica, un policía me señaló una dirección equivocada y tuve que atravesar todo el centro de Bruselas para reunirme con una delegación de Bayer HealthCare‘, ha explicado a los medios.