28/08/09 ARGENTINA 17.320 SUSCRIPTORES La iniciativa fue presentada hace ya algún tiempo, concretamente en el mes de marzo, con la intención de reemplazar al decretoley 22.285 puesto la últa dictadura militar. Por tanto, se trata, o al menos eso dicen sus defensores, de una ley de comunicación audiovisual para la democracia. Entre sus novedades, se propone la división del espectro entre frecuencias comerciales, públicas y de ONGs.
La ley contempla también ampliar los derechos de pueblos originarios, hacer más federal el funcionamiento del Defensor del Público y declarar el espectro radioeléctrico como un bien público. Se protegerá al sistema contra los monopolios, se contemplará la posibilidad del desembarco de las telefónicas en la comunicación audivisual y se regulará el triple play. En definitiva, mejorar la situación de la radiodifusión argentina para que ésta sea una herramienta que ayude al fortaleciento de la democracia y el pluralismo.
Hasta aquí todo ventajas. Sin embargo, los legisladores encargados de la aprobación de la nueva ley no vieron con agrado el discurso de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y cuestionaron la falta de detalles sobre el texto que se ha remitido al Congreso. El jefe del bloque de Pro en la Cámara de Diputados, Federico Pinedo, ‘la pregunta central de la nueva ley debería ser cómo hacemos para aumentar la libertad de expresión, pero el Gobierno sólo se pregunta cómo hacer para aumentar su poder sobre la prensa’.
‘No queremos el modelo de comunicación chapista en Argentina. Queremos medios públicos fuertes pero autónomos del poder de turno. No queremos el discurso único que quiere el kirchnerismo’, añadió Pinedo. Otra de las críticas de la oposición a la presidenta es el afirmar que ‘la ley es de todos’. ‘Este proyecto es de todos los que queremos vivir en una Argentina más democrática y plural. No es de este gobierno, ni de un partido político, es de la sociedad’, afirmó Cristina Fernández en unas declaraciones que no han sentado nada bien al resto de partidos politicos.
Al parecer, el Gobierno deberá apurarse para que el proyecto se convierta en ley antes del cambio legislativo del próxo diciembre, cuando el kirchnerismo pierda su hegemonía en la Cámara.
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