Francisco del Pozo representa como aún hoy en día el estigma social padecer VIH/SIDA sigue muy presente en nuestra sociedad. Adquirió el VIH cuando se suministraba heroína vía intravenosa hace más de veinte años. Ahora, totalmente recuperado, casado, y con un hijo que va a comenzar la universidad, le han dado la discapacidad para ejercer su puesto de trabajo, vigilante de seguridad. La razón, el SIDA. Si bien, es tador del VIH, no ha desarrollado ningún síntoma de la enfermedad, y realiza con normalidad su tratamiento de antirretrovirales. Francisco no entiende cómo aún la gente no comprende la diferencia entre poseer el Virus y padecer la enfermedad. Su única petición es poder tener un trabajo digno para poder mantener a su familia.
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