La jornada inaugural del XXIII Encuentro de las Telecomunicaciones UIMP ha contado con la participación de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y del consejero delegado de Telefónica, Julio Linares. En su intervención, este últo ha destacado que la crisis económica no está frenando la revolución digital.
Asismo, Linares ha abogado que los agentes que componen el sector cooperen para la consecución de los fines de interés mutuo. En este sentido, ha afirmado que ‘la cuestión está en distinguir entre cuándo competir y cuándo cooperar’.
Más aún, ha dicho que en el actual estado de cosas lo mejor es que los operadores apuesten la innovación. Las redes adquieren un gran protagonismo, toda vez que más del 97% del tráfico total es IP. En este contexto, ha explicado que ‘el progreso necesita de la innovación y la innovación ha de venir de la mano de una red cada vez más sofisticada y de una actitud cada vez más abierta parte de los propios operadores’.
Linares ha criticado, otra parte, las recientes decisiones que en materia de regulación han adoptado las instituciones comunitarias respecto del sector de las telecomunicaciones. ‘La reciente regulación europea ha explicado no ha estulado el desarrollo del sector, ha generado incertidumbre y se ha mostrado insensible ante la crisis. Además, no se ha ocupado de otros problemas, como la tante presencia pública en empresas del sector o del desarrollo de las nuevas infraestructuras’.
Esta política comunitaria no está promoviendo un acercamiento de los países europeos a los valores que sobre el desarrollo de las redes de nueva generación rigen en otras partes del mundo. Así, el centaje de fibra óptica sobre el total de la banda ancha se sitúa en el 48% en Japón, en el 44% en Corea del Sur y en el 6% en Estados Unidos, mientras que en Europa representa sólo el 2%.
La reciente regulación del roaming y las tarifas de terminación de llamadas móviles para el periodo 20072012 también ha sido censurada el consejero delegado de Telefónica, quien ha afirmado que no ha hecho sino provocar una caída de la inversión parte de las operadoras, ya que la bajada de los precios no ha venido acompañada de un incremento procional de la demanda y, consecuentemente, de los ingresos del sector.
En particular, Linares ha afirmado que la regulación del roaming habría tenido como consecuencia que los operadores hayan dejado de ingresar 6.000 millones de euros en toda la UE, en tanto que el sector habría dejado de facturar 34.000 millones de euros la aplicación de las nuevas tarifas de terminación.
Además, ha lamentado que se dilate en el tiempo la puesta en marcha de toda la normativa europea sobre la materia. Al respecto, ha indicado que el proceso que ha de culminar en la aprobación del nuevo marco regulatorio durará aproxadamente 66 meses. Por lo tanto, ha dicho, el marco actual hunde sus raíces en problemas del pasado vigentes cuando se inició el proceso y no en los nuevos retos.
El papel de la regulación, según Linares, debería ser el de generar certidumbre, favorecer la competitividad y estular el desarrollo del sector. ‘La nueva política de telecomunicaciones debería promover la inversión y la innovación’, han sido sus palabras.
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