ACTUALIZADO A LAS 13.45 ‘Era más que ‘La máquina de la verdad” Estas son algunas de las palabras que le dedicó Jae Peñafiel a Julián Lago, un periodista que acabó decepcionado del mundo que rodeaba a la profesión. Durante un homenaje celebrado ayer en el Ateneo de Madrid, algunos de sus más allegados lamentaron que la sala no estuviera a rebosar. Y es que se extrañó a los muchos directores de periódicos y profesionales de televisión que estuvieron bajo sus órdenes. Las televisiones tampoco acudieron masivamente. INCLUYE VÍDEO.
Julián Lago trabjó en El Norte de Castilla, fue subdirector de El Periódico de Catalunya, dirigió las revistas del grupo Zeta Tribuna y Tiempo y participó en varias tertulias políticas en radio y televisión. No obstante, como él mismo lamentaba, muchos sólo le recordaban el exitoso programa La máquina de la verdad. Una trayectoria que tampoco se vió reflejada en el auditorio a medio llenar de la Ateneo de Madrid, donde se extrañaron a tantes periodistas que compartieron con Julián Lago. Un homenaje privado que tampoco contó con la asistencia de los grandes medios de Comunicación y donde sólo acudieron dos televisiones y algún que otro retero de revistas.
Dentro de los que sí fueron, Paloma Barrientos se mostró apenada de que algunos medios de comunicación hayan atacado a Yolanda, compañera de Julián, de quien dijo que estuvo con él hasta el últo momento cuando los que deberían haber estado allí faltaban. Además apuntó que si Julián hubiese tenido poder ‘no hubiésemos cabido en esta sala’, sintiendo que muchos directores de diarios que le debían mucho a Lago deberían haber estado allí… y no estaban.
Es esto que Jae Peñafiel que estuvo acompañado en la mesa que presidió el acto José Luis Balbín, Víctor Márquez Reviriego y Marilé Zaera señaló que su compañero se merecía algo más. ‘Se merecía otra necrológica que la que están dando en este país’ dijo, acusando a sus compañeros de profesión al decir además que esta es una profesión de canallas y que Julián Lago ha sido olvidado muchos. Finalmente, se mostró firme al opinar que se le pudo haber salvado la vida.
Su sobrino, David Felipe Arranz , habló emocionado de su tío, al que admiraba profundamente. Le describió como un azote permanente al poder, como un buscador infatigable de la verdad y como un periodista independiente. Precisamente esto últo provocó que en algunas ocasiones le faltaran apoyos y que en otras incluso le persiguieran.
También acudieron al acto Jesús Maraña, Jesús Rivasés, José Antonio Vera, Luis Ángel de la Viuda, Alfonso Rojo, José Antonio Sánchez, Ricardo Martín, José María Mohedano, Juan Adriansens, Juan Luis Galiacho, María Eugenia Yagüe, Teresa Bueyes, Guillermo Pescador, José Luis Rivas presidente de la Fundación Francisco de Quevedo y antiguos compañeros de la redacción de Tiempo y de Tribuna: Jesús Egido, Roseta Campos, Marisa Perales, Luis Algorri, Genaro Iritia, Juan Yunquera, Antonio Tiedra, Miguel Ángel del Arco y Cristina Rubio
Los asistentes nos contaron además que Julián Lago era mucho más que un ejemplo de buen periodismo, era poeta, quiso ser torero, y quienes le conocen en su vida ínta dicen que era un romántico. Era además un hombre cercano que sabía que la realidad de la política y de lo que ocurre a veces se descubre preguntando al fontanero. Con esta presión quisieron que nos quedáramos los asistentes al acto, que no fueron todos los que se esperaban.
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