Ya se han terminado las vacaciones y las clases han comenzado en cuatro comunidades autónomas: Cataluña, Extremadura, Madrid y Murcia. Empiezan los madrugones y los traslados al colegio. A pie, en coche o en transte escolar, la seguridad de los más pequeños debe ser una premisa fundamental. Recordar que siempre se debe llevar el cinturón de seguridad, sistemas de protección infantil como la sillita en caso de ser obligatorio o ir al colegio un camino seguro. Asismo, es aconsejable exigir que el autobús escolar que transta a nuestros hijos lleve los correspondientes cinturones, algo obligatorio para los fabricados a partir de octubre de 2007.
Con el comienzo de las clases aumenta el número de desplazamientos. Padres que llevan a sus hijos al colegio, autobuses escolares… Estos pequeños pueden no llevar el cinturón de seguridad, no estar debidamente sentados o no contar, en definitiva, con las garantías mínas de seguridad. Y es que, aunque los accidentes de autobuses son poco frecuentes, también ocurren.
Desde el Comisariado Europeo del Automóvil, CEA Club de Automovilistas y la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) se han realizado algunos consejos. Por un lado, cuando se acerque el autobús hay que procurar estar a uno o dos metros de distancia; evitar caminar detrás del autobús (siempre mejor delante); y que cada niño este en su plaza y correctamente sentado. Asismo, debemos mirar que los autobuses que transtan a los menores lleven los correspondientes cinturones de seguridad. A pesar de que la legislación obliga a los ocupantes de cualquier vehículo a utilizar el cinturón de seguridad, sólo los autobuses fabricados a partir de octubre de 2007 están equipados con cinturones.
Si los padres van a trasladar a sus hijos en el vehículo privado, hay que recordar la obligatoriedad de utilizar un dispositivo de retención infantil adecuado al peso y talla del menor. Y es que en caso de colisión a una velocidad de 50 kilómetros hora, un niño de 20 kilos de peso que viaje sin ningún tipo de sujeción, se golpearía contra el parabrisas a una fuerza equivalente a 500 kilos.
Sin embargo, si el traslado al colegio se va a hacer a pie, se debe cruzar siempre los pasos de peatones, sin dejar de mirar a ambos lados de la calzada; no se debe atravesar los cruces de varias calles, ya que, aunque se tarde unos minutos más, es conveniente cruzar las calles de una en una. En este sentido, tampoco se debe pasar entre los vehículos estacionados en la vía, ya que disminuye la visibilidad, y se debe circular la acera siempre el lado interno, lo más alejado posible de los bordillos.
En definitiva, una serie de recomendaciones para que la vuelta al cole sea más segura.
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