‘Que si me muero sea de amor y si me enamoro sea de vos’… Así vibraron los cubanos en un concierto cuya polémica estaba servida. Arropando al cantante colombiano que cambió la letra de sus canciones para chinchar al comandante barbudo, estaban los que siempre están en estos saraos, el de la puerta de Alcalá, Víctor Manuel, cuyo abuelo fue picador en la mina de Turón, Luis Eduardo Aute, que siempre está chingando en sus canciones de amor, y el candidato a ser ministro de cultureta, Miguel Bosé. Esa es la últa chorrada que se ha escuchado en este país de charanga y pandereta. ¿Me quieren decir a mi, qué hay que estudiar pa ser ministro? Bosé, el hijo del torero y la cantante rechazó la oferta de Zetapé y eso tuvo que elegir a Angeles González Sinde. A veces, como diría Serrat, de vez en cuando la vida…nos besa en la boca.
Veo al mister cantando “Linda” en el ministerio o “don Diablo se ha escapado”…y así nos luce el pelo. Los ojos de Juanes según predicaba el colombiano decían no poder creer ese sueño hermoso de paz y amor y a Raúl le pidió usando el nombre de Dios en vano. Su supuesto énfasis a la hora de pedir paz hizo de él un hombre dispuesto a todo. Coreo aquello de Arriba La Habana, Arriba Cuba, Arriba Estados Unidos, le quedaron países, algunos, creo, a los que debiera haber mencionado igualmente en nombre de la paz pero para ello, zapatero, tus zapatos.
Aquí que zapatero ya tenemos pero con mayúsculas, nos deja los puestos para el final según reza en sus comentarios. No nos aclara cuáles van a subir aunque nos cuenta que las rentas altas caerán sus provisaciones, como así las nombra también. El muy jocoso presidente, ironiza acerca de su liderazgo y comenta a micrófono descubierto “dos editoriales y tres tertulias lo cambian todo” (como si de un par de zapatos se tratara de nuevo).
Para nuevos, el comienzo del año judicial, que tras la apertura que hace nuestro Rey, el hombre que tuvo barba, da la salida a la próxa huelga de jueces y prevé el estancamiento del Tribunal Constitucional en la resolución del recurso contra el Estatuto de Cataluña. Garzón, uno de los suyos a punto de sentarse enfrente, “delenda est Baltasar”, y así nos va. Nos va tan bien, que a la presidenta de la Comunidad le da la risa según los últos comentarios acerca de revelaciones sobre los espías de Madrid. Al parecer agentes del gobierno regional vigilaron el ayuntamiento de Alberto. Pero aquí, ¿hay alguien que trabaje? El caso es meterse en donde no les llaman y hablar de quien no deben.
Está la cosa como para mojar pan en aceite. El precio de semejante manjar sube un 50 % en origen con lo cual, a apretarse el cincho de nuevo. El cincho se lo va a apretar Rajoy cuando lea que Pepiño ha comentado que él tiene prisa perder sus terceras elecciones. Un galleguiño contra otro, ¿nú sabes? Esto es lo mismo que el circo italiano que ahora prevé tener un golpe de Estado contra el rey del mismo, Silvio, si no me sigue.
Para golpes, el que le ha dado la vida a la Patrick Swayze que se despide de su mujer diciéndole, te quise, te quiero y te querré. Eso, para que te vayas con los soldados. Como decía Serrat, de nuevo, “De vez en cuando la vida”. Esa que no miramos que acaso somos privilegiados solamente vivir, como decía Carme, la mujer que perdió la ene esta mañana en una entrevista no nos da lo suficiente.
Baja el número de divorcios la crisis y ésta misma no se nota en la Noche en Blanco de Gallardón. Eso sí, la efeméride es que el lugar más visitado ha sido el Bernabéu. El caso es estar despiertos, alertas y contentos. En Madrid, no duerme nadie, no el sábado, ningún otro día del año, y así tenemos esa fama, “De Madrid, al cielo y un agujerito para verlo”.
Hoy celebramos el día del Alzheer, esa enfermedad que te permite existir pero no vivir. Cada quince minutos se diagnostica un caso. Nuestro recuerdo inmenso para ellos que ya no recuerdan. Y hoy celebramos el éxito del baloncesto prera vez en la Cibeles. No van a ser solamente los futbolistas los que tengan derecho a remojarse en la Diosa.
Mañana entra el otoño. Hace seis años, un día como hoy, justo cuando entraba dicha estación mi padre enfermo terminal me preguntó cuándo cambiaría su situación. “Con el otoño, todo pasará”, le dije y ese día murió. Desde esta columna que me permite lanzar palabras al aire, con el permiso del respetable, de esta España nuestra y de mi director, mi enorme respeto su figura, su humanidad y lo mucho que me enseñó. A Luis de Luis Muñoz con todo mi amor.
No soy Juanes, me llamo Ana, soy periodista y a Dios le pido.
Ana de Luis Otero
Periodista
