Ayer recibí una nota de prensa que calificaba de gran trascendencia una resolución judicial favorable a la lucha contra la piratería audiovisual en Intet, dictada la Audiencia Provincial de Murcia. Dejaba sin efecto el sobreseiento de la causa seguida contra una web que presuntamente se litaba a procurar la obtención de películas y videojuegos. Aparentemente, se denuncia como delictiva a una página que se lita a proveer links de contenidos para que sus usuarios se los bajen gratuitamente. La página se lucra que inserta publicidad, y mucha, pero “oficialmente” no comete ningún delito ser un mero proveedor de links, y se lava las manos diciendo que no guarda ningún archivo en su base de datos. Ni la cosa es así de sple, ni la Audiencia Provincial de Murcia dicta una resolución sin saber lo que hace. La Federación para Protección de la Propiedad Intelectual de la Obra Audiovisual (FAP) me lo ha explicado.
De entrada, la página denunciada no provee links, sin más, como lo hace Google. En FAP me cuentan que la actividad de Google se lita a ofrecer todos los links referidos a la búsqueda, sin discrinar, mientras que la página denunciada selecciona. Ofrece contenidos audiovisuales que busca, clasifica y ofrece como lo hace el escaparate de una tienda. Eso se llama tracker y sí es delictivo que la actividad de escoger y colocar los productos en el escaparate es un trabajo que además va acompañada de una actividad comercial lucrativa, dado que la página va llena de publicidad. Pero eso no es lo peor.
Estas páginas inserta links de las películas recién estrenadas que alguien ha grabado en los cines y ofrece de forma particular. Como es de forma particular, es bastante cuestionable que sea un delito si no hay lucro de medio. Por otra parte, estos tracker quitan el video grabado en el cine delictivamente aduciendo que desconocían el procediento. El daño ya está hecho que la película se ha repicado sin cesar miles de ordenadores, lo que resta asistencia al cine. FAP, que lleva mucho tiempo persiguiendo a estos tracker, me ha contado que la policía termina encontrando en las páginas denunciadas que, casualmente, quienes graban las películas en los cines son los mismos dueños de las web que ofrece el link a las mismas, y que lo ofrece indirectamente en la página para no dejar rastro del delito.
La labor de Fap me parece la de un enano luchando contra un gigante llamado “quiero todo gratis”. Es la obsesiva idea de los jóvenes, que no están dispuestos a pagar algo que han podido obtener con guante blanco gratuitamente. Y eso no acabará mientras no se les enseñe desde niños que no es ladrón quien solo comete el acto delictivo. También lo es quien perpetúa la cadena y permite al prero seguir lucrándose con su robo. No me vale las respuestas de “que detengan a quien delinque” o “ni siquiera pago ello, me lo dan gratis”. Se están apropiando de material robado, y hasta que no entiendan eso no terminará el robo de los contenidos. Es la perversión de la falta de valores y la falta de respeto a la propiedad intelectual.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISTA
