En la Tierra a miércoles, noviembre 27, 2024

LA PUBLICIDAD COMO SUSTITUTIVO DE LA LEY

carlosdiazguell2007

Hablar del poder de la publicidad a estas alturas, es una obviedad. Escribir sobre cómo se usa la herramienta para modificar los hábitos de consumo en nuestra sociedad no deja de ser otra obviedad en la medida en que ese es el prer objetivo de esta ciencia comunicativa con la que convivos desde la mañana a la noche. Donde empiezan a producirse ciertas discrepancias entre las técnicas de publicidad y las de propaganda, es cuando mediante toda la batería de mecanismos que tenemos a nuestra disposición, gracias a las nuevas tecnologías, se busca modificar hábitos de comtamiento sociales arraigados en la población y que permanecen a pesar de ser contrarios a toda la normativa legal existente.

 

 

La línea roja que divide a los dos mundos ha sido y es permanentemente trasgredida quienes manejan las técnicas de estas ciencias y se diluye en la misma proción en que las TIC,s avanzan incontenibles hacia el total y absoluto gobierno de los cerca de 7.000 millones  de humanos que poblamos el planeta. Solo así es posible “gobernar” tan monstruosa cifra de homínidos cada cual hijo de su padre y de su madre.

 

Tan largo prologo viene al caso los cada vez más numerosos ejemplos de cómo es usada la publicad, no para vender la moda de unos grandes almacenes o maquinillas de afeitar de una u otra firma globalizada, sino para modificar comtamientos que  la Ley no ha sido capaz cambiar, aunque ello suponga el reconociento de que el personal se pone la Ley montera y que le hace más caso a una campaña de publiopaganda que a un “cuerpo” legal refrendado la mayoría de los representantes de los ciudadanos

 

 

Sin retrotraernos a los eslóganes de los 25 años de paz y ciencia del franquismo, los mundos de la publicidad y de la política se han reencontrado en una especie de sbiosis y todo parece indicar que hacen buenas migas.

 

 

Cómo no recordar aquello de que “Hacienda somos todos” que se instrumentó no recuerdo bien si antes o después de que Borrell detuviera a Lola Flores pago al fisco; no era suficiente la Ley, hacia falta que papa estado nos comiera el coco para que los españoles nos convenciéramos de que había que cotizar al sistema.

 

 

Dejando al margen la publicidad institucional tendente a recordarnos lo buena que es la madre superiora,  recientemente la DGT de don Pere Navarro se ha significado recurrir a la publicidad para conseguir lo que no ha sido capaz de cambiar la Ley, los radares y los agentes de tráfico. Empezaron con aquello tan obvio de si bebes no conduzcas, siguieron con lo del cinturón de seguridad y más recientemente le han dado con la necesidad de utilizar los intermitentes. La Ley de Seguridad Vial es clara y concisa sobre el uso del alcohol, del cinturón de seguridad y de las lucecitas de los vehículos, aunque todo parece indicar que muchos españolitos hacían mangas y capirotes con el articulado del citado texto legal.

 

 

¡Que reconociento tan terrible llegar a la conclusión de lo inútil que puede ser el Estado de Derecho en estos aspectos!

 

 

Así que, puestos en faena y aceptando que el BOE es ninguneado de forma sistemática quienes pagamos para hacer que se cumpla lo que en él se publica, se me ocurre una colección de campañas de publipropaganda para conseguir que este país abandone la pandereta y se convierta en un país serio. Incluso así se anaría el sector de la publicidad en tiempos de crisis.  Ahí van algunas sugerencias:

 

 

A muchos “ciudadanos” decir algo: “No seas puerco. Las cunetas y espacios públicos no son tu pocilga particular”

 

 

A los que desprecian las normas: “Vivir en comunidad te obliga a no ignorar al que tienes al lado”

 

 

A los políticos: “El gran hermano te vigila. Ser corrupto no trae cuenta.  A cada  cerdo siempre le llega su sanmartín”

 

 

A los machistas: “Si una mujer no te hubiera parido, hoy no serias ni un espermatozoide”

 

 

A los especuladores y usureros: “No nos jodais más”

 

 

A los asesinos de ETA: “Si dejáis las armas, vuestra neurona se puede reproducir”

 

 

A los del prohibido botellón: “El alcohol os hace potentes, os destroza el hígado y lo que es peor, produce deterioro neural irreversible”

 

 

Al amigo de lo ajeno: “Si te cogemos, te vas a enterar, cabrón”

 

 

Todos ellos son colectivos que infringen sistemáticamente la Ley, Ley que se ha demostrado inútil la más de las veces y que a lo mejor encuentran solución en la publicidad que tan buenos resultados está dando a don Pere.

 


Carlos Díaz Güell

Vicepresidente ejecutivo de Serfusión Integrated Business

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