prexclusivo La raza gatuna ‘Bosques de Noruega’, originaria del país nórdico, reúne ciertas características que la convierten en única y diferente. Grandes y robustos, con pinceles en las orejas que recuerdan a los del lince ibérico, estos gatos ‘vikingos’ no son como los demás. Su comtamiento es silar al de los perros, no ronronean ni se frotan contra las rodillas de sus dueños para conseguir la comida. No son gatos interesados. Al contrario, el propietario de un ‘Bosque de Noruega’ sabe que su gasto muestra afecto incluso las visitas que acuden a su casa de forma esádica..
Duro, resistente y cariñoso, sólo requiere de un cepillado a la semana. El peso de los machos es de hasta ocho kilos y medio, mientras que el de las hembras no suele superar los seis y medio. El precio es alto; entre 600 y 1800 euros, pero como señala Irene Serrano, propietaria, propietaria del criadero madrileño Bosques del Azar. “No hemos notado una bajada de ventas con la crisis. Son gatos que gozan de una gran resistencia. Si están bien cuidados alcanzan sin problemas los 15 y 16 años. Resisten muy bien las bajas temperaturas y se manejan muy bien en el exterior”.
¿Desventajas? Muy pocas, afirma Irene. “No son como otros gatos, a los que se les puede dejar comida y bebida y dejar en casa solos durante mucho tiempo, encargándole a un vecino que se pase de cuando en cuando. Son como los perros, se depren y están tristes. Tampoco se les puede separar de la madre hasta que cumplan tres meses de edad. Son muy sensibles y se han dado casos en los que al apartarlos de la camada antes de tiempo, se mordían a sí mismos”
El gato más exclusivo, protegido en Noruega con leyes silares pero más efectivas que las que velan la supervivencia de nuestro lince ibérico, es un compañero distinguido, cariñoso y perfecto para las familias con niños. www.bosquesdelazar.com.
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