prexclusivo Como las grandes firmas de moda, la Heladería la Romana lanza también su colección otoño invierno. Esta firma artesanal que recientemente inauguró un segundo local en Madrid en la calle Santa Engracia 155 demuestra con sus propuestas que el helado no es un producto de temada y en sus establecientos está teniendo lugar un auténtico desfile de productos dignos de desfilar en Milán o París nutriendo a algunas de las modelos que tanto le gustan a Kart Lagerfeld.
Merecen especial atención los palitos ( en la foto que encabeza estas líneas). Originales y prácticos, se pueden tomar o la calle cuando no hay tiempo para degustarlos sentados. La receta mezcla el helado tradicional en varios sabores con nata fresca de alta calidad. Una vez frío, se le pone un “palito” para sujetarlo, y se sumerge en chocolate caliente.
La Romana lanza una línea de seis variedades las que en Navidad se unirá el Panettone relleno de helado. De hecho, las heladerías abrirán sus puertas . La Romana tienen programado abrir sus puertas los días claves de las Fiestas para que su público se pueda llevar el postre hecho a casa.
Amén de los palitos y el panettone, estas son algunas de las propuestas de la’ firma de diseño heladero’:
Fagotto, la versión de La Romana del famoso “tartufo” italiano, está realizado a base de una bola de helado de chocolate negro con trozitos de chocolate belga y un corazón de crema de chocolate. Su intenso sabor gusta tanto a niños como a mayores.
Crepes hechas al momento, a las que añaden su cremoso helado artesanal de los sabores que prefiera el cliente.
Fuera de Horario. Monociones elaboradas artesanalmente, en las que mezclan su tradicional helado con una crema dessert más caliente que cubren de topping de avellanas de Piemonte y chocolate fundido. Este plato se sirve en ciones individuales para consumir en el momento o para llevar en un elegante packaging con el que sorprender a invitados o amigos.
Helado Caliente. Se trata de una novedosa propuesta realizada con una receta especial, en la que se combina el helado con nata y con ingredientes tan especiales como la vainilla de Madagascar y cacao de Bélgica. El resultado es un helado que parece caliente al paladar. De ahí, su nombre. Se puede comer en tarrina o cucurucho. Si se combina con el tradicional helado artesanal se consigue una extraordinaria sensación en la que se mezclan texturas y cremosidad.
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