El consenso de los economistas, los organismos internacionales, los medios de comunicación, consolidan cada día la idea de que España lo pasará mal en 2010, mientras el mundo y Europa saldrá de la crisis.
Ayer Cándido Méndez, líder de UGT atizaba contra el sector financiero y le culpaba de que seremos los últos en salir de la crisis, como todo parece indicar. También atacaba al gobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez, MAFO, que en vez de preocuparse que el crédito vuelva a fluir a las empresas, está obsesionado con la reforma laboral.
Lo cierto es que MAFO tiene un serio problema con sanear las cajas de ahorro, y a lo mejor algún banco, y no creo que para despistar insista en la reforma laboral, como dice Méndez. MAFO sabe que en España tenemos un gravíso problema de competitividad, que se arregla las bravas, destruyendo empleo, en vez de acometer reformar laborales. Eso explica el furibundo ataque de Méndez.
La verdad es que al país se le acumulan muchos y graves problemas. Ayer estuve en la presentación del informe del Instituto de Estudios Económicos sobre los Presupuestos del Estado 2010. Los comentarios de los profesores y economistas, Iranzo e Izquierdo, fueron demoledores sobre la inconsistencia del proyecto presupuestario, increíble en su formulación, sus cifras, inservible para salir de la recesión. Equivocado, peligroso y contraproducente en la subida de puestos, en el aumento salarial a los funcionarios, en el recorte al I+D, en el disparatado gasto público para comprar votos y voluntades de funcionarios, pensionistas, parados, y autonomías gobernadas el PSOE.
PD.”Seguiremos en recesión en 2010, y llegaremos al 20% de paro. Nos esperan tiempos muy difíciles“, aseguraron categóricos.Crece el coro de economistas que han denunciado el populismo del Gobierno, que no afronta y no ataca los problemas de frente y nos mete en una bola de deuda y déficit público de la que no saldremos en años. Si en 2012 bajamos el déficit público desde el 10 actual al 3%, como exige Bruselas, es un milagro de la Virgen del Camino, de León, más señas. Ya puede rezar el presidente Rodríguez, si se acuerda de cómo se hace.
MIGUEL CIFUENTES
PERIODISTA