Me cuentan que ni el presidente ni la vicepresidenta españoles han ido a ver a sus homólogos de Argentina, Perú, Venezuela y Chile para que adoptaran el estándar TDT de los equipos realizados los fabricantes españoles. Los cuatro países, que suman 115 millones de personas, han ido eligiendo la normativa brasileña tras las gestiones al más alto nivel realizadas Lula da Silva. Los países latinoamericanos han estado deshojando la margarita sobre la elección de la tecnología TDT desde 2006. En la recta final quedaban la japonesa, adoptada y fabricada Brasil, y la europea, adoptada y fabricada España. Y Lula no dudó en ir directamente a ver a sus homólogos vecinos y negociar a brazo partido, consciente de las ventajas de fabricar a gran escala. “El gobierno español debería saber que esas cosas se deciden en las mesas presidenciales” me aseguraban en una de las patronales.
Fabricantes y técnicos de la administración españoles llevan un par de años cruzando el charco para cantar las excelencias de su norma TDT en sucesivos cursos con escaso eco. El resultado ha sido sumar a su causa a Colombia, Uruguay y Panamá, que suponen 46 millones de personas. Pero el grueso de los equipos TDT latinoamericanos se fabricarán en Brasil. Es que nuestro presidente se dedica a hablar de su NO crisis con sonrisa zen y desde su lbo. La vicepresidenta si tiene los pies en el suelo pero opta viajar a países exóticos y disfrazarse para hermanarse con causas justas. Será que no ve de justicia crear empleo de calidad en España, y la basta con dar dinero para levantar aceras y hacer túneles en las ciudades españolas.
SUSANA BLÁZQUEZ, PERIODISTA